![]() Oxígeno (65 %) Todos sabemos cuán importante es el agua para la vida y el 60% del peso del cuerpo se constituye por agua. El oxígeno ocupa el primer lugar de la lista y compone el 65% del organismo. Si realizamos la analogía con La Justicia, podemos aseverar que lo más importante en nuestra vida a nivel material es comportarse “justamente” en cuanto a nosotros mismos como con los demás. No se trata de una justicia del “ojo por ojo”, sino de una actitud ante la vida cuya premisa fundamental es “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”. Sencillo pero casi nunca puesto en práctica. Se suele confundir la justicia con la venganza, e incluso con “la verdad”. No tiene nada que ver con eso sino con el equilibrio perfecto en nuestras acciones (la balanza) y unos pensamientos puros y “rectos”. No confundir con el excesivo rigor. La asimetría de los objetos presentes en la lámina nos dirige más hacia la misericordia, a la comprensión compasiva de lo imperfecto de la condición humana y, por ello, a la necesidad de perdonar los errores que podemos cometer y de aquellos que puedan cometer otros. ![]() Carbono (18 %) El carbono es uno de los elementos más importantes para la vida. Mediante los enlaces de carbono, que pueden formarse y romperse con una mínima cantidad de energía, se posibilita la química orgánica dinámica que se produce a nivel celular. La similitud con la lámina del Enamorado la encontramos en los vínculos que mantenemos con los demás, a esa “química” que se establece entre las personas. Se dice que la vida se basa en el Carbono, lo que equivale a decir que la vida se basa en el amor, pero no ese amor posesivo, que solo pide pero no da. Sino que es un amor sin concepto, el que se destila en la vida diaria. Amor para sí y para los demás, un amor que no polariza, que vincula en lo más profundo del ser. Un amor en acción. ![]() Hidrógeno (10 %) El hidrógeno es el elemento químico que más abunda en todo el universo. En nuestro organismo sucede algo muy similar y junto al oxígeno en forma de agua ocupa el tercer lugar de esta lista. Debemos pensar entonces que “la magia” es lo más abundante en el universo. Esa magia que consiste en crear nuestra realidad a partir de los elementos de que disponemos. Es la simiente que evoca la realización en el tiempo. Es la magia de un nuevo día visto con los ojos de un niño. La curiosidad por aprender de todos y de todo. Es una primera toma de conciencia de algo más grande que nosotros mismos. ![]() Nitrógeno (3 %) Presente en muchísimas moléculas orgánicas, el nitrógeno constituye el 3% del cuerpo humano. Se encuentra, por ejemplo, en los aminoácidos que forman las proteínas y en los ácidos nucleicos de nuestro ADN. El ADN es el vehículo de nuestra existencia. Es pura luz. Su secuencia de nucleótidos contiene la información necesaria para poder controlar el metabolismo un ser vivo. El ADN es el lugar donde reside la información genética de un ser vivo. El Carro nos sugiere tomar las riendas de nuestra vida, controlar nuestros impulsos, atemperar nuestros pensamientos, los cuales influyen en el ADN. Acometer la vida desde un vínculo total con los ciclos terrestres. Comprender nuestra animalidad guiada por la inteligencia, nuestra intuición filtrada por nuestra lógica, nuestra mente deductiva trabajando al unísono con nuestras emociones. Consciente-inconsciente, hemisferio derecho-hemisferio izquierdo. ![]() Calcio (1.5 %) De los minerales que componen el organismo, el calcio es el más abundante y es vital para nuestro desarrollo. Se encuentra prácticamente a lo largo de todo el cuerpo, en los huesos y por ejemplo en los dientes. Además, son muy importantes en la regulación de proteínas. No perder “el juicio” es vital en nuestra vida cotidiana; el estar atentos a las señales que nos sugieren que “no somos lo que creemos”, que la vida tiene un propósito para nosotros, más allá del propósito que tengamos nosotros para la vida. Sostiene el ir renaciendo a cada momento, a cada instante, renovando constantemente nuestras creencias. Acercándonos un poco más a nuestra verdadera identidad y esencia. También evoca las continuas “iniciaciones” y renacimientos en vida. ![]() Fósforo (1 %) El fósforo también es muy importante para las estructuras óseas del cuerpo en donde abunda. No obstante, igualmente predominan en las moléculas de ATP proporcionándole energía a las células. El ATP (Trifosfato de Adenosina) es la principal fuente de energía para la mayoría de las funciones celulares. El Diablo es la lámina más “potente” del Tarot. Sin él no podríamos subsistir. Es el icono de la supervivencia. El que permite exteriorizar todo nuestro magnetismo, nuestra determinación aún en los peores momentos. Él nos da la fuerza necesaria para estructurar nuestro devenir. Nos hace ver nuestras limitaciones y, paralelamente, nuestra capacidad para traspasarlas. Nos saca de nuestra zona cómoda. Une la luz con la oscuridad.
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![]() No Tengo ningún objetivo. Me dicen que “debo” tener metas, que tengo la “obligación” de enfocarme en lo que deseo y luchar denodadamente para experimentar el éxito en la vida. ¿Y qué deseo en este momento?. Nada. ¿Cuál es la medida del éxito?. La flor no se obliga a desarrollarse y lograr ser flor, simplemente ES, la semilla no aspira a conquistar el éxito convirtiéndose en árbol o en planta, sencillamente sigue los ciclos de la vida y se convierte en lo que ES aunque éste no es su objetivo personal. Completarse es su objetivo aunque ella no decide cuándo ni cómo. Y se completa en relación con los demás elementos de la vida, no busca nada, solamente vive. Una oveja no aspira a transformarse en león, no está en su naturaleza, ni la oruga en mariposa, la transformación simplemente sucede porque ese es el milagro de la vida. ¡¡Cuanta ansiedad acumulada por desear lo que no se tiene!!. ¡¡Cuanta lucha innecesaria por conseguir, o no, lo que se desea!! Aquí, boca abajo, veo las cosas desde otro punto de vista, huelo a tierra mojada, miro al frente porque el pasado poco importa, de hecho es el pasado el que me ha llevado a esta posición, y el futuro, si sigo haciendo lo mismo que hasta ahora, solo será una mala copia del pasado. ¡¡Haz algo diferente!! vocean miríadas de bocas que solo repiten lo dicho por otros. Y entonces me pregunto: ¿No será cuestión de “dejar de hacer”?. Tal vez la cuestión resida en pararse totalmente, dejar este movimiento pendular entre lo bueno y lo malo, lo que los demás creen que es importante para mí, y lo que no, lo que yo pienso (si es que realmente es mío el pensamiento) sobre lo que debería y no debería. Y entonces me doy cuenta de que puedo desasirme de la cuerda que me ata a esos árboles. Pero…no puedo hacerlo desde la posición que ocupo, me daría un buen porrazo contra el suelo. He de darme la vuelta aunque conservando la sensación de estar conectado con la tierra, no olvidándome de mis raíces, de que polvo soy y al polvo volveré y que, por lo tanto, he de tener en cuenta que todo se incluye en algún patrón el cual se desarrolla desde una compleja estructura. Un “pie” mide 12 pulgadas, un año consta de 12 meses, 12 eran las divinidades del panteón griego, hay 12 signos del zodiaco, Jesús tuvo 12 discípulos, los Trabajos de Hércules fueron 12, así que mi número debe tenerse en cuenta. Además, y no menos importante, es que uno de los elementos esenciales para el cuerpo humano es el nº 12 de la tabla periódica: el Magnesio, un gran relajante del sistema nervioso. Así de relajado estoy en mi meditación activa. No soy amigo de dar consejos, pero si me pidieras alguno te diría: Entrégate pero no te sacrifiques. Cambia de punto de vista. Contempla la situación desde otro ángulo. Párate. Deja de controlarlo todo. Sigue la corriente. Busca la lección que debes aprender hoy. Busca dentro de ti. Ten la seguridad de que incluso un período de estancamiento llegará a su fin. Un punto de vista diferente te dará el impulso para dar un paso adelante en el momento adecuado. Después del trabajo de centramiento llega la ligereza del mundo. No permitas que el orgullo se interponga en el trabajo de crecimiento personal. Practica Yoga. Escucha. Estudia tu árbol genealógico. Ahora que parece que las fuerzas nacionalistas se han unido en una lista única, me ha parecido interesante analizar en qué momento se encuentra el proceso y para ello he realizado una lectura de 22 cartas, una matriz donde vamos a diseccionar los diferentes elementos y aspectos de la situación.Que conste que no estoy ni a favor ni en contra de ninguna de las posturas, únicamente analizo la situación desde otro ángulo. Que nadie se moleste, todas las opciones son válidas. La lectura es ésta: Lo primero que vamos a hacer es ver la situación actual y hacia donde parece dirigirse: El Diablo nos indica la situación actual, totalmente confusa, con manipulaciones en uno y otro “bando”, con pactos que suponen más una codependencia que un trabajo basado en la conjunción de intereses sociales. Desde la perspectiva de los independentistas, ven al Estado Central como la figura central de la imagen, se ven sojuzgados y sin poder de decisión. El posible desenlace se ve en La Templanza, la última carta. Será necesario un proceso armonizador, donde unos y otros deberán ceder protagonismo, cosa bastante difícil ya que La Rueda de la Fortuna en el centro nos ofrece la visión de lo que impide ese acercamiento y fluidez. Todos dando vueltas alrededor de sus propias creencias, impertérritos y sin atisbos de salirse de esa rueda de lamentaciones, críticas y juicios al “enemigo”. La situación donde se encuentra El Loco nos indica la energía actual del proceso y se corresponde con el lugar que habitualmente ocupa El Ermitaño. ¿Qué nos sugiere esto?. Pues que actualmente el proceso es lento y solo cuenta con los propios apoyos, El Ermitaño mira a La Papisa, con sus papeles, documentos y análisis de la situación, y también con algo oculto, y en el futuro se encuentra El Mago, un inicio, con todas sus opciones sobre la mesa aunque sigue mirando al Ermitaño y a la Papisa. Es curioso que aunque mentalmente la energía se expanda y se piense en un resultado satisfactorio (El Sol sobre El Ermitaño), inconscientemente todavía se albergan dudas sobre muchos aspectos del proceso (La Luna), ahí se muestran las luchas internas por ver quien dirige y alimenta el proceso, unos no se fían de los otros, dentro incluso de la misma Hoja de Ruta. Incluso se adivina un mundo de fantasías y de sueños que podrían desinflarse al más mínimo titubeo. También vemos al Estado (El Papa), dando la espalda al proceso (El Emperador), ambos en la línea inferior de la lectura lo que nos confirma que ninguno de ellos se encuentra en una situación favorable. El Papa mira al Arcano XIII, y éste mira a ninguna parte; existe una resistencia al cambio y no se proponen alternativas, no hay futuro si se sigue en esta línea de actuación, es más La Fuerza sobre El Papa atestigua que las acciones del gobierno central se basan en la fuerza, no hay diálogo. El Emperador, por su parte mira al Mundo, al proceso ya alcanzado pero El Mundo debería encontrarse al final de la lectura y como podemos ver se encuentra en la línea inferior. Sobre El Emperador se encuentra La Justicia lo que supone tanto el pensar en que lo que están haciendo los independentistas es “justo” como el que utilizarán todas las armas legales a su alcance para obtener lo que desean. ¿Cuál podría ser la mejor elección? El Juicio no mira a ninguna de ellas, tal vez nos habla de mirar dentro de sí mismo (el independentismo) y optar por la decisión que sea más lógica. De hecho El Juicio nos dice que hay que ampliar la conciencia para ver el panorama desde una mayor altura, confluir y actuar juntos. Posiblemente nos indica una tercera vía que todavía no se ha analizado. En el lado de la posible independencia se encuentra La Luna, confusión, deslealtad, enemigos imaginarios, corroborado por La Justicia y La Casa Dios (La Torre). Podríamos aventurar que en el caso de elegir la independencia, se abriría un período de inestabilidad aunque se creyera que el proceso es justo y necesario. En la otra parte, si se continúa unidos a España, aparece El Colgado, evidentemente hablamos de renunciar y sacrificarse por una causa mayor, también de ver las cosas de otra forma, con una visión más profunda, y tanto La Papisa como La Templanza nos hablan de templar los ánimos, de que después de un período de conversaciones podría llegarse a un resultado bueno para todos, conciliador, armonioso. Dependerá de cómo se aplica El Juicio, el buen juicio, en beneficio de todos.
En las lecturas de Tarot, quien pregunta siempre expresa un deseo: ¿Cómo puedo encontrar el trabajo, al hombre/mujer de mis sueños? ¿He decidido correctamente? ¿Qué puedo hacer para que ocurra esto...? ¿Por qué me pasan estas cosas?, ¿Cómo puedo mejorar una relación? etc... y además con estas preguntas, el/la consultante quiere darle un sentido a su vida sea en el plano mental, emocional, creativo o material. Al desplegar los Arcanos que aparecen en ese momento se establece una conexión entre los deseos del consultante y su propia subjetividad. En ocasiones el Tarot lo que hace es confirmar lo que la persona ya se imaginaba, en otras profundiza en los aspectos subyacentes de la pregunta, sacando a la luz aspectos que ni la propia consultante tomaba en cuenta, más que nada porque se encontraban en el inconsciente y a través de las imágenes del Tarot han emergido a la superficie. Pero ¿Qué ocurre cuando el Tarot le aconseja cambiar de estado anímico, o de Conciencia, o realizar algún acto?. Generalmente suele pregunta ¿Y cómo?. El Tarot responde taxativamente a lo que se le pregunta y más cosas pero quien consulta espera además que le diga cómo ha de hacer, o dejar de hacer, algo para que cambie si situación. Por ejemplo alguien pregunta por la relación que establece con otra persona, y el Tarot le responde con estos Arcanos: Una lectura muy rápida y sencilla podría ser que ha llegado a un final de ciclo y la persona se encuentra sumida en un mar de paradojas emocionales, el consejo es que se centre y recupere su fuerza vital interior para iniciar un ciclo nuevo (es una de las posibles respuestas). Entonces la persona nos dice: De acuerdo, tengo que salir de esta depresión que llevo encima y centrarme pero…¿cómo lo hago?. La respuesta nos la da Le Mat, El Loco, el único Arcano que no tiene número y por lo tanto puede aparecer en cualquier lugar de la lectura: Es curioso que en esta lectura en particular vemos que todos los Arcanos tienen animales en sus imágenes (los de La Rueda son un poco raros, pero animales al fin y al cabo), y El Loco lleva a su perrito tras él, que en La Fuerza se transforma en león y se sitúa a la derecha de la carta. El animal tiene que ver con nuestros aspectos “animales”, con nuestras pulsiones. Por lo tanto, no se trata aquí de realizar un trabajo mental, sino más bien emocional (hay mucha agua en las dos primeras cartas, que desaparece por completo en las dos últimas). Se trataría de utilizar la energía explosiva del Loco, dejando atrás, completamente, todos los bucles emocionales para acceder a un estado de aceptación de esa realidad y desde esa aceptación interna, no solo intelectual, dirigir las energías hacia la recuperación de la autoestima, del autoconcepto, de la integridad.
Pero todo ello la persona no lo puede hacer sola, con palabras la gente no se cura, ha de actuar y eso implica el recuperar la voluntad volitiva, el salir de esa especie de zona de confort conocida en el que la persona se desenvuelve con cierta seguridad, aunque equivocada, pero que le mantiene en un estado en el que no tiene que responsabilizarse de su vida. Es como un “choque de trenes”. El Loco no se anda con chiquitas, o defines tu camino o seguirás dando vueltas alrededor de esa situación. ¿Qué quieres hacer? Solo utilizando la energía del Loco se puede pasar de un estado a otro. Haz lo que tengas que hacer sin tener en cuenta lo que pensarán los demás. Sal fuera de tu círculo vicioso, aventúrate. En la práctica podría ser acudir a talleres de desarrollo personal, realizar dinámicas corporales, relacionarse con otras personas, etc… Aunque solo desde la posición del Loco podrá activarse esa transformación. ![]() Tanto en el Tarot como en el inconsciente social y espiritual, las figuras femeninas representan un principio receptivo, compasivo y piadoso, mucho más suave que el masculino. Todo lo que en el Tarot señala y trata de mujeres, damas y doncellas como las reinas, las damas, y los arcanos con personajes femeninos, hace alusión a la imagen o al arquetipo femenino. También las figuras redondeadas, de amplias proporciones, como los oros, las copas, quienes representan principios femeninos, como ciertas partes del cuerpo humano, hacen alusión a las emociones, la receptividad, la capacidad de entrega y de compasión. El lado positivo del principio femenino es el de brindar ternura, compasión, perdón, comprensión, capacidad de dejarse querer, de permitirse recibir al misterio de la vida. Su lado patológico o nefasto es la falta de decisión, la manipulación, la mentira, la autocomplacencia, la debilidad y la corrupción. Por su parte, existe un principio o arquetipo masculino, representado en los arcanos del Tarot. Todas las figuras de caballeros, reyes, y los Arcanos Mayores con personajes masculinos, representan en mayor o menor medida lo activo, la decisión, el valor, el arrojo, la fortaleza, etc. Su lado patológico es la dictadura, la estrechez de visión. Del mismo modo, las figuras alargadas como las espadas y los bastos de las cartas, representan principios masculinos: la inteligencia, la voluntad, la decisión, la motivación, la visión. Tanto a los hombres como a las mujeres les hace falta el arquetipo masculino como el femenino. Un hombre poseído por una imagen femenina en exceso, cosa que puede revelar el Tarot al evidenciar una madre dominante, carecerá de decisión en la vida y tenderá a ser dominado por el resto de las mujeres con quienes se relacione. Por contra, una mujer a quien le falta el principio masculino, será doblemente débil, la aplastarán los hombres con quienes tenga contacto y la someterán, o padecerá por otra parte demasiado temor a la vida. Existe un tercer arquetipo, denominado integrador o unificador: el andrógino. Este habla de la capacidad de conciliar sin oponerse, lo masculino y lo femenino. El andrógino integra ambas partes sintetizándolas armoniosamente. Estos tres Arquetipos Universales los podemos ver condensados en los 3 septenarios del Tarot: El primer Septenario se corresponde con el Arquetipo Masculino refrendado porque en las posiciones 1-4-7 aparecen personajes masculinos. En el segundo Septenario tenemos el Arquetipo Femenino y en las posiciones 1-4-7 aparecen personajes femeninos. Y en el tercer Septenario aparecen figuras andróginas como síntesis y resultado de la unión de ambos sexos. Vemos en las posiciones 1-4-7 imágenes que nos dan a entender esta condición. Quien haya alcanzado un nivel de desarrollo hasta el estadio andrógino, tendrá bien constituida tanto su misión como su visión de vida. La misión de una persona, empresa u organización, la proporciona el arquetipo femenino, porque contiene una capacidad de intuición y sensibilidad que es la que inspira y motiva hacia algo. Una filosofía de vida que proviene del corazón y del centro femenino de todos nosotros. Por otro lado, la visión no puede existir si a alguien le falta el principio masculino. Lo viril es aquello que proporciona, más allá de la motivación y la inspiración, la dirección hacia dónde avanzar y los pasos a seguir, así como la fuerza vital y la decisión para efectuar los pasos y cambios necesarios hacia la visión, una vez descubierta o rebelada. Como puede verse, la vida requiere siempre de ambos principios para que todo marche adecuadamente. Y el Tarot puede evidenciar, diagnosticar y revelar la falta de unión o la carencia de alguno de los principios. De alguna manera para llegar a ese principio integrador hace falta desprenderse de toda identidad, sea masculina o femenina y transmutar toda esa energía. ![]() Acabamos de entrar ya en 2015. Más o menos todos nos hacemos cábalas de cómo nos va a ir el año. Expresamos deseos de buena voluntad, de fortuna, de salud, etc… O sea, como cada año. Videntes, médiums, economistas, politólogos, científicos y expertos en otras ramas del saber humano realizan predicciones, algunas de las cuales se cumplirán y otras no, más o menos un 50%, como está mandado. En algunos aspectos los resultados serán decepcionantes, como para quien predice que la crisis, si si, esa crisis de la que llevamos hablando varios años, se acabará. Siento echar un jarro de agua fría sobre sus privilegiadas mentes. La crisis, o esa “cosa” que dicen que estamos padeciendo, no se acabará en 2015. Y me baso en algo tan poco científico como el Tarot. Algunas pinceladas de lo que puede ser este año y los dos siguientes las dí en el artículo publicado en: https://franciscobenages.wordpress.com/2014/12/03/siglo-xxi-el-final-de-una-era/ Hoy me gustaría ampliar un poco mi visión de lo que nos deparará este año 2015. Lo primero es que tanto el Siglo XXI, todo él, como el presente año se encuentran bajo la influencia astronómica de Saturno. Tanto a la carta del Mundo como a la del Diablo se las relaciona con ese planeta. Y aunque solo sea por curiosidad, deberíamos atender un poco a lo que se nos dice sobre ese gaseoso planeta y su mitología. Saturno viene a representar el sacrificio, los límites, los obstáculos y una cierta dureza rayana en la crueldad. También tiene que ver con las estructuras, las costumbres, la ley, las reglas y la tradición. Así que, como trabajo personal, tal vez convendría analizarnos interiormente y ver qué resuena en nosotros al saber todo esto. Y, por lo tanto, al ser 2015 un año influenciado por el arquetipo del Diablo, el poder de Saturno se amplifica enormemente. El Diablo nos mostrará nuestras limitaciones mentales, y nos enfrentará a ellas para ir avanzando en nuestro proceso de maduración personal. Ello solo será posible mediante la toma de conciencia de nuestros actos y las repercusiones que estos tengan para acceder a un nuevo nivel de conciencia. 2015, así a grosso modo, será para muchos un año de carencia, inseguridad, miedo e inhibiciones paralizantes. Habrá pesimismo y frustración, algo que ya arrastramos desde hace un tiempo, pero que se verá amplificado durante este periodo. Será un buen momento para reflexionar y hacer conscientes nuestros bloqueos y comprobar en qué aspectos de nuestra vida nos comportamos de forma avara e inflexible. La política mundial se verá abocada a una restructuración del sistema, debido principalmente a la nefasta influencia que la economía tiene sobre ella. Que se lo piensen no quiere decir que vaya a haber cambios sustanciales sino que se irán implantando (nunca mejor dicho) subsistemas dirigidos a un mayor control de la población, nada que no conozcamos ya aunque se verá intensificado para salvaguardar sus intereses. Habrá quien agrande su fortuna personal, a costa de las clases menos favorecidas. El abismo entre esa clase pudiente y los pobres se ampliará. Sería interesante que el poder económico se diera cuenta de que sin clase media caen las ventas y los beneficios de las empresas se desploman. Los beneficios de las medianas y pequeñas empresas porque las grandes continuarán generando plusvalías, aunque, cuidado, alguna de esas empresas con pies de barro puede caer y llevarse por delante a alguna más. Es el precio que deberán pagar aquellos que sigan apretando la soga a la gran población. Porque El Diablo no sabe de amigos, es más, se encuentra aferrado en el interior de cada cual, de cada empresa, de cada directivo y solo vela por sus intereses. En España es año de elecciones. Preparémonos a ser manipulados, a derecha e izquierda, a que los populistas de toda la vida intenten soterrar a los nuevos populistas. ¿Es por pura casualidad que PARTIDO signifique no unido, separado en partes, roto? ¿Acaso POPULAR no tiene la misma raíz que Populista? En el otro lado del hemiciclo los socialistas se debaten en la nueva concepción del territorio y sus luchas internas. Su kennedyano líder sorteará como pueda la situación interna de un Partido partido. IU ha llegado tarde a la “regeneración” y ese Partido que solo se ocupa de poner querellas judiciales pondrá en la picota a su Papisa. Los nuevos horizontes dibujados por Podemos se desdibujarán a pesar del desencanto de la población. De aquí a las elecciones, los demás Partidos ya se ocuparán de ir amontonando basura a su alrededor y de ir minando la esperanza de la gente. También habrá que ver como acaban las elecciones en Grecia pues según sea el resultado, pueden envalentonar o desalentar a sus llamados homónimos aquí. Catalunya seguirá con sus debates internos, como pasa desde el siglo XV (otra vez el 15) y no habrá lista única, a menos que el President, con las artes de seducción del Diablo, seduzca a Oriol y le prometa algo que después no podría cumplir. Y volviendo al tema personal, de cada uno, también y como no todo tiene que ser negativo, puedo asegurar que el influjo diablesco nos aportará una gran fortaleza para enfrentar las dificultades de la vida, otorgándonos un espíritu de cautela, prudencia y perseverancia. Será muy importante poner en práctica nuestro sentido del deber, el auto-control y la responsabilidad. Seguiremos adelante gracias a nuestro trabajo y dedicación. El pueblo es sabio (a veces) y debemos confiar en que transitaremos este año y llegar sanos y salvos al 2016 que será cuando las inestables estructuras en las que nos hemos basado durante siglos empezarán a tambalearse. Y alguna caerá. PD. Más de uno se preguntará por qué afirmo que 2015 es el año del Diablo cuando desde todos los ángulos se afirma que es un año 8, o sea, el de La Justicia. Una afirmación no desacredita a la otra. En cierto sentido son complementarias. Si realizamos la suma teosófica de 2015, evidentemente el resultado es 8 y, por lo tanto, La Justica sería el Arcano correspondiente a este año. Y esto es cierto y estoy de acuerdo en ello. Sin embargo quedarse únicamente en la suma teosófica de los dígitos del año, de éste o de otro cualquiera, creo que es un reduccionismo que impide ampliar y profundizar en las energías y fuerzas que se manifiestan durante el año. Mi análisis se sustenta en varios principios. Primero el nº del siglo. Como he comentado anteriormente todo el Siglo XXI contará con la presencia de las energías de Saturno, planeta asociado al Arcano del Mundo y también al signo de Capricornio, regente del Diablo. Luego lo que hago es dividir 2015 en 2 dígitos. El primero es el 20, por lo tanto también deberemos considerar la influencia de El Juicio hasta el 2099, y el segundo dígito es el 15, el nº del Diablo. Por lo tanto tenemos que contemplar este 2015 auspiciado por El Mundo en primer lugar, luego por La Justicia y en tercer término por El Juicio y El Diablo. En las previsiones que he realizado, si leemos entre líneas, veremos aparecer la espada de La Justicia. Así que 2015 tanto es un año de La Justicia como del Diablo. Otra opción numerológica es relacionar cada dígito del año con su Arcano correspondiente, entonces tenemos que 2015= a 2 (La Papisa) + 0 (El Loco) + 1 (El Mago) + 5 (El Papa) lo que da mucho juego pues el Papa nos remite a la religión y el Mago a la magia, ambos conjuntamente en sus cualidades negativas nos remiten al Diablo y concretamente en el tema religioso ya hemos visto lo que ha sucedido en Paris, y no será lo último que pase en este sentido. Si sumamos el número del siglo (21) más los 2 primeros dígitos (20) más los dos segundos (15) nos da 56: el número de Arcanos menores y Honores del Tarot, si realizamos la reducción teosófica 5 + 6= 11= La Fuerza, cuyo número reducido vuelve a dar 2 (La Papisa). Si sumamos todos los dígitos del siglo más el año: 2+1+2+0+1+5= 11, otra vez La Fuerza y por reducción La Papisa. Solamente centrándonos en el dígito del Siglo podemos realizar varias cábalas: 21 = 2 + 1 = 3 La Emperatriz, Gaia, la cual además es la síntesis de la polaridad entre 1 y el 2. Pero es que la raíz 3 también incluye el 12 = El Colgado. Con todos estos Arcanos y sus combinaciones podemos realizar una proyección del año 2015 muy completa. EL loco es el Arquetipo del Espíritu que nos acompaña en el recorrido del proceso de la Individuación, de él emerge todo lo demás, es la energía que potencia y engendra la forma de todo lo que nos espera. La fuerza creadora de todos los Dioses. El Loco inicia la secuencia o la frecuencia en la cual estamos abiertos a vivir, sea experiencia cotidiana o puesta en lo subjetivo, según lo que necesitemos encauzar en el momento, de él surgen las contradicciones y a partir de él los opuestos se resuelven, si en verdad somos capaces de canalizar su energía hacia una meta.
Es el caos, el principio, el big bang, y lo que mantiene a su vez el orden o fijación de las representaciones que buscan encauzar un fin a través de rodeos ¿quién controla su fuerza? el loco es aventurero, se manifiesta por el impulso ¿quién lo representa? no es más que el disfraz para conllevar su deseo! y lo hace para llamar la atención, pero lo hace sin más. Este arquetipo lleva la fuerza integradora, están los aspectos negativos como los positivos; la naturaleza opuesta, en lo que Jung ha hecho hincapié en su obra. Es el elemento de nuestro carácter que representa la multiplicidad de la conciencia. Como el bufón de la corte, el Loco se ríe del rey y de todos aquellos alrededor suyo, arrebatándoles el poder y haciendo que las cosas pierdan su sentido rígido. El Loco nos enseña que la mayoría de las veces solo estamos expresando una de nuestras facetas, o mascaras, de la lista de arquetipos, pero casi nunca nuestro yo verdadero. El Loco es así la avanzadilla de este yo verdadero, nos enseña a reírnos de nosotros mismos, a no tomar nada excesivamente en serio y nos muestra el camino hacia dónde encontrarnos realmente. Busca el disfrutar, el placer y sentirse vivo. No se toma a sí mismo en serio. Se burla de sí mismo y de las reglas sin caer en la irresponsabilidad o burla de los demás en su integridad. Expresa la alegría y capacidad para disfrutar de la vida. Tiene licencia para decir cosas por las que otros serían condenados. Aguijonea a la persona con exceso de soberbia, provee cierto equilibrio violando las reglas y dando salida a puntos de vista, sentimientos y comportamientos prohibidos. Este arquetipo tiene la capacidad de abrir las puertas a lo desconocido y a las aventuras nuevas que parecen insólitas, o absurdas según para quién. Con esta actitud, la del loco, que se adopta en ciertas ocasiones, hasta se puede sentir uno discriminado y se puede percibir perfectamente esa sensación que se siente cuando se es tachado de irresponsable ante las conductas que todo o casi todo el mundo adopta. Pero cuando uno adquiere esta actitud del Loco con responsabilidad, es porque se necesita, ya que hay momentos en los que evadirse de ciertas cosas hace que se tome el camino correcto, entonces este arquetipo es utilizado de forma inteligente. Pero si lo que se pretende es olvidarse y no enfrentarse a la realidad de forma seria y madura, se está gestando un gran problema y entonces esta actitud del loco no lleva a ningún sitio, solamente al caos. Otra lectura de este arquetipo es la que nos conecta con nuestra inocencia, nuestro niño interior que se divierte, con un espíritu curioso y espontáneo, sin preocupaciones, tranquilamente y sin pensar en el qué dirán. Este arquetipo es verdaderamente un filósofo cuando se sabe dominar con maestría, ya que se tiene el valor de viajar contra corriente cuando es necesario hacerlo y estar o permanecer fuera de los valores sociales, de los condicionamientos, y de los esquemas preestablecidos. La parte más caótica de este arcano es cuando se instala este arquetipo indefinidamente en el cuerpo de la mente y no se es capaz de controlar esa excitable manifestación de exaltación incontrolada y autodestructiva y se convierte en una forma irascible de ser. El loco también aparece cuando los nervios nos sobrepasan o cuando una situación parece estar fuera de control o en pleno caos, como también nos aborda cuando algo nos es demasiado grande y no podemos asumir con serenidad una situación o problema. También representa al arquetipo del Vagabundo / Buscador. Este arquetipo suele manifestarse cuando decidimos dejar atrás un modo de vida vacío y carente de sentido. O debido a que la muerte de alguien cercano, marido, mujer, hijo nos catapultan a buscar. O quizás porque nos abandonan literalmente, o nuestro sentido de la identidad cambia radicalmente cuando los que están a nuestro alrededor cambian lo que hacen, ya que a veces nuestro sentido de la identidad depende de nuestros roles en relación a los que tenemos a nuestro alrededor. Nos despiden del trabajo en el que llevábamos muchos años, o puede que pospongamos la toma de una decisión consciente hasta el punto que nuestro inconsciente toma cartas en el asunto y nos lleva a quebrar alguna regla que provoque nuestra expulsión. También emerge este arquetipo cuando nos enfermamos como un mecanismo inconsciente para poner freno al ciclo en el que nos hallamos atrapados. A medida que adquirimos más práctica en la fidelidad a nosotros mismos, descubrimos que no es necesario que tengamos crisis de choque en las que debemos abandonar ciertas situaciones de modo dramático para salvarnos. El Loco comparte arquetipo con El Mago en la figura del Puer Aeternus, el Niño Eterno. El término puer aeternus es el apelativo con el que se referían al dios niño en las religiones mistéricas pre-cristianas. Se identificó al dios niño con Dioniso y con Baco, así como con el resto de dioses consortes en la época en que se rendía culto a la Diosa Madre. El mismo motivo vuelve a aparecer en el cristianismo con el niño Jesús y la Virgen María. Así pues, puer aeternus significa joven eterno, eterna juventud. En psicología se utiliza también para designar a un cierto tipo de individuo con un marcado complejo materno, prolongando en el tiempo una actitud adolescente. Los pueri aeterni son, pues, personas que continúan manifestando actitudes que cabría esperar en un joven de entre quince y dieciocho años, acompañadas de una excesiva dependencia de la madre. Las dos expresiones típicas de un varón con un marcado complejo materno son la homosexualidad y el donjuanismo. En el primer caso, la tendencia de la libido heterosexual está ligada a la madre, único objeto amoroso, por lo que el sexo no puede experimentarse con otra mujer. En realidad, toda mujer es tenida por rival de la madre, de ahí que se satisfagan las necesidades sexuales con miembros del mismo sexo. En el segundo caso, se busca a la madre en toda relación con una mujer, pero cuando el hombre se da cuenta de que su pareja no es su madre, pierde el interés por ella y reanuda la búsqueda de su “media naranja”, esto es, la mujer perfecta, la Madre. En la actualidad, asistimos a una novedosa manifestación de este arquetipo en los denominados “singles”, hombres que han decidido vivir solos, manteniendo relaciones sexuales esporádicas, con el fin de no comprometerse con mujer alguna. Algunos de estos varones frecuentan los clubes de alterne para acostarse con prostitutas y/o se masturban compulsivamente, en orden a satisfacer sus necesidades instintivas. Anhelan la mujer maternal que les abrace y les proteja, les cuide y les comprenda. Cuando entran en contacto íntimo con una mujer, estos hombres se decepcionan al comprobar que la imagen que ellos habían proyectado no encaja con la persona de carne y hueso que tienen delante, de modo que se alejan sólo para volver a proyectar la misma imagen de la Diosa Madre en su próximo contacto. Una lectura de Tarot debe enfocarse como un proceso, una manera de hacer y sentir. Una actitud que envuelve muchos aspectos inciertos, por lo que no se puede predecir. Podría asemejarse a un viaje personal.
A través de este proceso el consultante adquiere poder sobre su vida, siempre que tome conciencia del mensaje de los Arcanos y lo que resuenan en su vida. El tarólogo entonces cambia de lugar: pasa de ser la autoridad (en el plano adivinatorio) a ser el que aporta ese espacio abierto donde se desarrolla la lectura, junto con el consultante que aporta la experiencia en relación a los mensajes que intuye de los Arcanos. En este cambio de rol es importante señalar lo efectivo que es para el consultante que “el otro” le vea, le escuche, crea en él y en la posibilidad de cambio hacia un futuro mejor. Con esta nueva mirada hay un trabajo común entre tarólogo y consultante que entraña riesgos, supone que el consultante “como experto” interviene directamente en la lectura, supone que en esa experiencia conjunta cabe la posibilidad de fracaso; y también supone aceptar el riesgo como algo con lo que nacemos e imprescindible para experimentar cualquier cambio. Siguiendo con este autodenominado proceso, comprobamos como éste tiene que ver con crear nuevas maneras de relación. Se ha de partir de una confianza mutua en la tarea común y contemplando la posibilidad de probar, experimentar juntos y cambiar de planteamientos si es necesario, siempre en la búsqueda del objetivo a conseguir. Ese cambio parte de lo que ya existe. Se entra en un espacio nuevo, de búsqueda, de incertidumbre, de experimentación, de prueba; que conduce a encontrar algo nuevo, diferente a lo anterior. Supone una transformación a partir de un proceso de creación conjunta. Es práctica común al Ocultismo el valerse de símbolos de los más diversos orígenes: hebreos, hindúes, griegos, rúnicos, cada uno de ellos dotado de una aparente “facultad” especial, facilitadora de determinado objetivo. Y si nos colocamos en el lugar de un observador neutral, ajeno por completo a la Filosofía Hermética, debemos convenir que puede resultar difícil de digerir el que meditar, o elaborar mentalmente, dibujar o tallar un símbolo determinado pueda desencadenar, en el mundo aparentemente material en que nos desenvolvemos, algún efecto perceptible. Que mentalizar un pentáculo o estrella de cinco puntas de determinada manera sobre el órgano afectado de una persona enferma puede propender a su curación, o que en caso de acusados problemas psicológicos un “sello de Salomón”, también conocido como “estrella de David” sea en ocasiones suficiente paliativo. Además del abismo infranqueable para la mentalidad materialista de este siglo que representa lo que va de lo mental a lo fisicista-mecanicista, se hace en ocasiones incomprensible el porqué debería aceptarse que una figura geométrica determinada pueda, por su sola observación, desencadenar resultados tangibles.
Sin embargo, y como en muchas otras ocasiones, aquí también la moderna psicología ha hecho tan significativos avances que sus propuestas rozan audazmente las milenarias enseñanzas esotéricas. Y precisamente, en el campo semiológico es donde encontramos una aproximación válida para avalar tales Misterios. Debemos tener en cuenta que todo símbolo es “una máquina psicológica transformadora de energía”, lo que equivale a decir que la concentración en un símbolo provoca dos respuestas: por un lado, una tensión psíquica que, en ocasiones, puede gatillar la latente potencialidad parapsicológica (según el buen decir del parapsicólogo argentino Antonio Las Heras) del individuo; por otro, al asociarse al mismo determinados contenidos inconscientes, su evocación polariza sobre el sujeto tales correspondencias con lo que, cuando menos en forma autorreferente, se detonan los contenidos emocionales de armonía y equilibrio que le fueron adjudicados. Por otra parte, una figura señera del Esoterismo como fuera la norteamericana Dion Fortune –que no ociosamente se dedicara al psicoanálisis antes de volcarse de lleno al Ocultismo enseñó que “cuando en el pasado, a un símbolo le es incorporado, por meditación o raciocinio no convencional, un determinado contenido por un grupo de iniciados, en el presente, aún cuando las claves interpretativas se hubiesen extraviado irremediablemente, también por meditación e iluminación podemos evocar esos contenidos”. Ejemplificando esto, podemos señalar que si hoy en día un grupo de estudiosos deseara perpetuar determinada información, esotéricamente hablando, y evitar que la misma caiga en manos no deseables, se elaboraría un signo o símbolo a través de largas sesiones de contemplación meditativa; luego, aunque transcurrieran siglos y desaparecieran todos aquellos elementos materiales que podrían brindar una pista sobre el significado del mismo, en otro lugar y otra época, y siempre por directa meditación sobre el símbolo en cuestión, podríamos recuperar el contenido que le fue adjudicado al mismo. Y para esto hay una razón lógica; de una u otra forma, esos contenidos pasan a integrar, genética o extrasensorialmente, una memoria racial, reservorio natural del Inconsciente Colectivo de donde, a fin de cuentas, nos realimentamos en nuestras meditaciones. Y ese Inconsciente Colectivo es, a todas luces, un entramado que comunica, diríamos que de manera subliminal, todas las mentes del género humano. Por ello, lo que nosotros recuperamos por “conectarnos” con esa red, también señala una vía de acceso sobre la psiquis de los demás y de esa forma desencadenar determinados efectos. Y si queremos ser más precisos, deberíamos recordar que la Parapsicología ha demostrado, más allá de toda duda razonable, la existencia de una llamada “energía de las formas”, potencial energético de naturaleza desconocida que se hace presente cuando construimos objetos que acusan una muy concreta geometría, como es el caso de las pirámides (lo más popular), y los conos, espirales, etc. Decimos que la naturaleza de esta energía es desconocida, pese a que muchos autores le atribuyen un carácter “cósmico” lo cual, por supuesto, aún es discutible máxime cuando, si hemos de ser exigentes con la terminología, en última instancia todas las energías son cósmicas. Y, si observamos con atención, advertiremos que un símbolo geométricamente definido es, en todo caso, una “forma” de dos dimensiones (quizás tres, si aceptamos que el sutil relieve del grabado o la impresión sobre el papel puede considerarse también una dimensión) y, en tal sentido, capaz de acumular “energía de las formas”. Si quieres saber más adquiere mi Curso: El poder del Símbolo. Toda la información en: http://escueladeexpansion.weebly.com/el-poder-del-simbolo.html ![]() La ignorancia es la raíz del sufrimiento, según el budismo, aunque podríamos también afirmar (parafraseando a Sri Aurobindo) que la ignorancia no es más que una forma de conocimiento incompleto. El ego, en este sentido, es una forma de conocimiento incompleto de nosotros mismos ya que no se asienta en nuestra verdadera naturaleza sino únicamente en la superficie y si durante la mayor parte de nuestra vida sigue dirigiéndola no es porque resulte indispensable para ello sino porque aún no hemos descubierto nuestra naturaleza interior; el ego se debe ver como un estadio provisional del desarrollo, por eso El Loco lleva al ego tras de sí, si estuviese delante querría decir que El Loco regiría sus acciones en función de su pequeño “dictador”, en su lugar, sigue su camino siguiendo las voces de su espíritu. Una de las lecciones que nos da El Loco es que siempre estamos buscando algo a lo que aferrarnos, necesitamos una identidad para sentirnos seguros y aquellos que desean un salto cualitativo en su existencia ven, con horror, que el cambio es imposible. Nuestra naturaleza interior es básicamente perfecta. Lo imperfecto es nuestra identidad, nuestra personalidad, nuestro ego, aquello que sentimos y creemos como Yo-mismo, en suma, nuestra forma de ser; y los intentos por cambiarla no nos ayudan a liberarnos precisamente de ella porque estamos utilizando las mismas herramientas de construcción del ego para deconstruirlo. Para desenmascararnos debemos utilizar otros útiles más sutiles, expandirnos y entrar en contacto con el fundamento de nosotros mismos, es lo que John Welwood denomina “el espacio abierto del ser” , esa dimensión vacía y alerta de donde emergen las comprensiones espirituales más profundas que nos ayudan a trascender los puntos de referencia convencionales. El Loco, en cierta forma, bebe de las enseñanzas budistas, su percepción no está distorsionada por la realidad que nuestros sistemas cognitivos toman por cierta, aunque aún se encuentra en el mundo de la “apariencia ilusoria” (samsara), su visión va más allá, su conciencia se encuentra abierta a lo no conceptual y desacondicionado. El Loco nos habla de ese anhelo de conectar con la dimensión más amplia y expansiva de nuestra naturaleza. Ello se traduce en la atracción que experimentamos por los inmensos espacios abiertos de la naturaleza, de la misteriosa atracción que ejercen sobre nosotros los territorios inexplorados, el extraordinario horizonte del océano o las insondables profundidades del espacio exterior. Pero también le tenemos miedo a su falta de solidez, así que aunque a menudo anhelamos más espacio también huimos de él y nos apresuramos a llenarlo con nuestros puntos de referencia familiares. Lo que El Loco reconoce es su propia locura la cual es, desde luego, el principio de su cordura y con ella se sana, trasciende y se libera. Puede parecer una paradoja pero el Loco sabe que:”La gente cree que la iluminación es un estado en el que al fin se comprende todo; la verdad es más bien lo contrario: la iluminación es un estado en el que, al fin, ya no se comprende nada”. (S. Pániker). |
Francisco BenagesTarotCoach Archivos
Diciembre 2015
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