![]() Dicen que una persona se realiza totalmente después de tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. No sé si es cierto o no. En realidad lo encuentro limitante. Creo que una persona en realidad no tiene límites para su realización y que tras haber ascendido a ciertas cimas ha de ir tras otras más altas. O tal vez no. Dependerá, supongo yo, de su nivel de Conciencia y de las ganas que tenga de continuar aprendiendo, curioseando en este mundo paradójico y multifacético. Lo único cierto es que este libro que tienes entre tus manos, querido lector, es fruto de la aportación de muchas personas. No es solo mío. La autoría le pertenece también a cuantas almas se han cruzado en el sueño que es mi vida y que no me pertenece. Solo le pertenece a la Conciencia la cual se expresa a través mío de esta particular forma. En este libro se habla de psicología, de filosofía, de astrología, de genealogía. Y el hilo conductor es el Tarot. Y así es porque mi intención no es que aprendas a manejar la baraja del Tarot para poder leer el futuro sino que a través de este pequeño trabajo multidisciplinar quizás encuentres alguna respuesta a tus preguntas. Porque no me inicié en el estudio de este portentoso instrumento sagrado para predecir el futuro, ni adivinar qué sé yo que tiempo hará mañana, sino para poder conocerme un poco más a mí mismo. Empecé curioseando y acabé buceando en sus profundidades. Aún hoy día continúo extasiado ante tanta sabiduría sin palabras....... (extracto de la introducción del libro)
1 Comentario
Lo que es la felicidad es un tema del que se han escrito ríos de tinta.
Cada uno tiene un concepto de SU felicidad basado en su propia experiencia y convicciones, y la mayor fuente de problemas viene de los miedos. El Dr. Dan Baker publicó un librito muy recomendable, Lo que Sabe la Gente Feliz, en el que habla de estos temas. En él podemos encontrar párrafos tan esclarecedores como estos: “Cuando estamos atormentados por las muchas caras del miedo (rabia, perfeccionismo, pesimismo, ansiedad, obsesión, inseguridad, depresión, sentimiento de soledad o aislamiento, timidez, culpa) solemos intentar encontrarle sentido a nuestro sufrimientos suponiendo que algo va mal en nuestra vida. “Es mi mujer, es mi trabajo, es este tráfico…” Cuando no logramos encontrar nada a lo que echarle la culpa, solemos crear problemas, para que al menos la vida externa esté en consonancia con el torbellino interior”. Y continúa: “Ser desdichado es fácil; se feliz es difícil. Ser feliz significa hacer oídos sordos al miedo. Significa ser lo que de verdad uno es, aunque duela. Significa ir en pos de lo que uno realmente desea, aun cuando piense que no lo conseguirá”. Este es uno de los retos del Coaching con Tarot, hacer posible lo que pensamos que es improbable, aunque tampoco se trata de hacerle creer al consultante que a partir de unas sesiones de Coaching su vida se tornará un camino de rosas. “Para empezar, olvida lo de “para siempre”. Nadie es feliz para siempre, en el mundo real. Eso es algo que saben las personas felices”. . ![]() Corren ríos de tinta tanto en los libros de autoayuda como en las redes sociales sobre la fuerza de nuestra mente para “cambiar” nuestra realidad. Se dice que somos co-creadores de la realidad que vivimos, que nuestros pensamientos dirigen nuestra percepción. Y con esa premisa en mente cada persona intenta cambiar su realidad como si eso fuera tan fácil. Cada individuo inmerso en ese cambio lucha denodadamente contra su angustiosa realidad presente hasta que se da cuenta de que “su” realidad es la que es, su guión de vida es el que es y que por mucho que se empecine, “su” realidad sigue mostrándose igual de contundente. Y digo yo que tal vez se trate simplemente de cambiar DE realidad, cambiar de guión de vida, no intentar cambiar el guión de vida actual sino de cambiar simple y llanamente de carril. Por poner un símil podríamos decir que un tren no puede cambiar el destino al que le conduce la vía por donde circula, pero sí que puede cambiar de vía. El problema es que damos por cierta “nuestra” realidad, nos hemos acostumbrado tanto a ella que nos parece la única posible dado que es la única que conocemos e incluso las personas que desean un cambio en sus vidas siguen aferrándose a “su” realidad. Por lo tanto para poder cambiar de realidad primero tendremos que cambiar de pensamientos y eso solo se consigue desde una Conciencia expandida. Podemos elegir la realidad que queremos pero, que nadie se llame a engaño, no podemos cambiar la realidad que hemos escogido consciente o inconscientemente. Es la que es. .Hace poco he leído un libro muy interesante COACHING PARA EL ÉXITO, de la coach
Talane Miedaner. En él explica con sencillez varias (muchas) cosas que podemos hacer para que nuestra vida se desenvuelva mucho más positivamente. Aquí van algunos de esos consejos: Elimina todas las pequeñas molestias Es muy difícil tener éxito en lo que sea si se soportan demasiadas cosas fastidiosas. Para eliminarlas, comienza por apuntar todo aquello que temolesta. Haz una lista. No sirve hacerla mentalmente; debes escribirla para que todas esas molestias salgan de tu mente y permanezcan en el papel. Los pequeños inconvenientes absorben tu energía y reducen tu capacidad innata para atraer el éxito. No los soportes; simplemente, elimínalos de tu vida. Una vez que hayas terminado de escribir tu lista de cosas que te molestan, es posible que tengas la impresión de que algunas están más allá de tu control y no sabes cómo eliminarlas. No te preocupes, déjalas en la lista y ocúpate de aquellas que puedas resolver. Elimina los “debería” Los “debería” son aquellas cosas que creemos que debemos hacer, que representan una obligación, pero que, de hecho, no nos interesan. Examina tu lista de “deberías” y deshazte de todos los que puedas. ¿Cuáles son los objetivos que te agobian? Si no has hecho nada al respecto durante el último año, deshazte de ellos inmediatamente o formúlalos de nuevo. Establece unos límites firmes Es prácticamente imposible que lleguemos a la excelencia y a la realización personal si no sabemos establecer unos límites claros y firmes. No ignores lo pequeño No ignores lo pequeño. Si lo haces, terminarás por ser una montaña y explotarás. Hay que reaccionar e informar a la otra persona en el mismo momento: Muchas personas creen que es demasiado tarde y deciden no hacer nada. Esa actitud está bien si puedes realmente dejarlo pasar, pero no te engañes. La mayoría de la gente sigue guardando rencor años después. Un límite define lo que los demás pueden o no pueden hacerte. Haz cada día algo que te haga ilusión Es increíble lo aburrida y monótona que puede llegar a ser nuestra vida si no tenemos algo que nos ilusione. ¡Simplifica! ¡Simplifica! ¡Simplifica! La mayoría de las personas piensan que el hecho de estar muy ocupadas y tener una agenda sobrecargada es una señal de éxito. Lo que no comprenden es que, al estar tan ocupadas, no son capaces de darse cuenta de lo que sucede a su alrededor, con la consiguiente pérdida de oportunidades. No temas buscar ayuda No tengas miedo de buscar ayuda. Es una manera de delegar tareas. Para hacer bien las cosas, necesitas el tiempo y el espacio necesarios. Perfecciona el presente Cuando insistes en que no tienes suficiente de lo que sea, ¿a qué te refieres en realidad? ¿Qué nuevas habilidades o hábitos necesitas adquirir? Comienza ahora mismo por perfeccionar tu presente. En próximos post iré ampliando la lista de consejos que he encontrado en este interesante libro. Pienso que no basta con saber a qué linaje pertenecemos; ese linaje nos mantiene atrapados en una rueda interminable de sucesos que escapan de nuestro control y no nos dejan desarrollarnos plenamente.
Solo analizando y descubriendo las causas que van reproduciendo esas circunstancias paralizantes podremos desarrollar herramientas y capacidades que nos permitirán sanarnos a nosotros mismos y a nuestro árbol. Muy pocas personas son conscientes del potencial que llevan dentro para cambiar sus vidas. Están ciegas para esta posibilidad y siempre están quejándose de las causas externas; deudas, malas relaciones con los demás, posibilidades limitadas etc. No tienen la noción de que ya disponen el poder de cambiar su realidad actual. Pero este cambio que desean no puede realizarse si primero no son conscientes de las ataduras que su árbol genealógico les ha impuesto. Cuando los padres limitan a sus hijos obligándolos a someterse a planes, a consignas («serás esto o aquello», «te parecerás a Tal», «nos obedecerás y propagarás nuestras ideas y creencias»), desobedecen los proyectos evolutivos del futuro, sumiendo a la familia en toda clase de enfermedades físicas y mentales. En cierta manera, la verdadera Transformación de la persona no puede realizarse si antes no ha buceado en sus raíces genealógicas y ha reconocido todas aquellas fidelidades, limitaciones y repeticiones que dirigen su vida y su conducta. El árbol genealógico actúa como una trampa, imponiendo a la perfección del proyecto cósmico de los descendientes sus límites materiales y psicológicos mezclando temores, rencores, frustraciones e ilusiones. Desde la perspectiva de la Metagenealogía solamente desde un nuevo nivel de Conciencia podremos elevarnos sobre las limitaciones que el Árbol Genealógico nos impone. Tu Árbol Genealógico ha desarrollado en ti 5 sub-personalidades Tu YO-Niño, tu YO-Adolescente, tu YO-Sexo Opuesto, tu YO-Padre y tu YO-Madre. Puedes descubrir cómo, cuándo, dónde y por qué actúas desde alguna de esas sub-personalidades; rompe las barreras que no te dejan avanzar y vive una vida plena, madura, adulta. Si te encuentras en un proceso consciente de desarrollo personal, descubre por qué no avanzas. ¿Por qué parece que La Ley de la Atracción no funciona para Ti? ¿Eres de esas personas que día tras día repiten afirmaciones positivas y no consiguen cambiar su vida? La respuesta se encuentra en tu Árbol Genealógico. En él residen fuerzas inconscientes que no permiten que despliegues todo tu potencial. De hecho te encuentras sometido a dos fuerzas, dos energías. Una te mantiene atrapado en las ideas, emociones, necesidades y deseos de tu familia. La otra te impele a desarrollar una nueva visión, una mayor Conciencia de quien eres y lo que puedes llegar a conseguir. Una de las tareas consiste en conseguir aquello que tus padres no pudieron realizar. Por fidelidad a ellos te impones inconscientemente el no superarlos, y si lo logras en algún ámbito de tu vida, puedes desarrollar un sentimiento de culpa el cual producirá insatisfacción y es posible incluso que te auto-boicotees para mantenerte por debajo de tus padres. Sin embargo aunque tu Árbol Genealógico suponga una trampa, también guarda un inestimable tesoro. De ti depende descubrirlo, elevando el nivel de Conciencia de tu Árbol. Sanando tú, sanas a tus ancestros, y ellos te dan la fuerza para conseguir el éxito que ellos no lograron. Con tu éxito ellos se sentirán aliviados, orgullosos y comprenderán que sus vidas no fueron en vano; que su legado se abre a nuevos horizontes y que las generaciones posteriores no tienen por qué cargar con sus limitaciones. Las sombras de tu Árbol Genealógico están ahí para que tú las disipes con la luz de tu nueva Conciencia. Las luces de tu Árbol Genealógico están ahí para que tú les des una dirección, eleves su frecuencia y su nivel de Conciencia y te realices como persona, sin matices, completa y total. Solo así la vida se desarrollará a través de tí con plena Conciencia. La vida es un proceso continuo y dinámico de autodescubrimiento, y esto es cierto, pero también es cierto que la vida es un proceso donde debemos de aprender a cerrar capítulos o los ciclos que hemos dejado abiertos; lo cual significa que hemos de dejar atrás nuestros rencores, dejar atrás algunas relaciones, incluso algunos recuerdos, y constituye un buen ejercicio de salud mental el hacer una limpieza para borrar entre otras cosas las nostalgias del pasado, ya que de no hacerlo viviremos atrapados en él, auto castigándonos por lo que pudo haber sido y no fue. Como individuos que somos, en nuestro devenir vamos abriendo y cerrando ciclos como parte de nuestra condición humana, ya que todo lo que empieza acaba, nada es para siempre. Esto ocurre a veces cuando nos encontramos atrapados por nuestras emociones y actitudes perturbadas en varias áreas de nuestra vida, pudiendo ser éstas: la familia, la pareja o el trabajo. La Rueda de la Fortuna es la imagen de este ir y venir de experiencias repetitivas que en un momento dado debemos dar por zanjadas. Una manera de darnos cuenta que no hemos cerrado ciclos es por ejemplo: cuando constantemente retrocedemos en el tiempo, a través de un recuerdo que nos lastima o nos hace sufrir, provocándonos una intensa emoción como la rabia, la tristeza, el resentimiento o la frustración. Estos pensamientos y sentimientos hacen que nuestra vida sea poco intensa, aunque no nos demos cuenta; por eso la importancia de desapegarnos de las personas, de los hechos que nos mantienen estáticos y de los porqués. ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? Vivimos quejándonos de las calamidades que ocurren en nuestra vida, es decir nos centramos en los efectos “evidentes” pero pocas veces o casi nunca analizamos el origen. Si analizáramos el origen, la causa, de esas pretendidas “calamidades” nos daríamos cuenta que también somos co-partícipes de aquello que llamamos desdicha, infortunio o mala suerte. Nada de lo que nos ocurre lo es por casualidad, todo tiene un por qué y un para qué; nosotros generamos en gran medida nuestro futuro a través de nuestros pensamientos, palabras y acciones del presente. Los ciclos deben cerrarse sanamente, es decir con cuidado, con amor y despreocupación; ya que de no hacerlo el coste físico emocional y mental será muy alto, es como dejar una puerta abierta en la casa donde habitan tus pensamientos, donde tarde que temprano se mete un delincuente a robarte, y ¿qué es lo que te roba? Entre otras cosas te roba: tu paz, tu tranquilidad y tu alegría. Tu energía se debilita, tu vida se ve en blanco y negro. Para empezar a cerrar ciclos primeramente hay que precisar en qué área tu vida puede haber quedado inconclusa, después ver qué es lo que piensas, sientes y haces respecto a esa situación o hacia esa persona. Haz esta reflexión con humildad, desde tu corazón, no desde tu razón. El hecho de tomar esta decisión implica un enorme beneficio para ti y para nadie más. Si has decidido dejar atrás tus temores, olvidar o perdonar a alguien ¡adelante!, hazlo hoy a través de una oración, de una plegaria, o simplemente escribe en una hoja en blanco lo que te molesta o te duele y posteriormente destrúyela o quémala. Hay seis pasos esenciales que pueden ayudarte a cerrar esos ciclos definitivamente: 1. Acepta las cosas como son y no como quieres que sean. 2. Antes de perdonar a los demás, primeramente perdónate a ti mismo. 3. Deja atrás tu soberbia y transita por el sendero de la humildad. 4. Compromete a disfrutar del presente y dejar atrás el pasado. 5. Reconoce la parte de responsabilidad que tienes en ciertas situaciones y con ciertas personas. 6. A partir de hoy cuida tus pensamientos, palabras y acciones, como tu más preciado tesoro. Si estos seis pasos no son suficientes porque la angustia te provoca la necesidad de evadirte o el miedo te paraliza, existe un ejercicio que puede ayudarte y que lo aprendí del Dr. Deepak Chopra en su libro “El Sendero del Mago”. Consiste en lo siguiente: Siéntate con un bloc de hojas de papel. Escoge un sitio donde no haya ruido ni distracciones. Después coloca la punta del bolígrafo sobre la primera hoja y prométete no levantarlo durante cinco minutos. Comienza a escribir la frase “Le temo a” y termínala como quieras. Sin levantar el bolígrafo, comienza nuevamente la frase “Le temo a”, y nuevamente escribe lo que te venga a la mente. Mientras lo haces, respira lentamente sin hacer pausas entre una respiración y otra. Esto se conoce como respiración circular, en la cual la inhalación y la exhalación están conectadas. Desde tiempos antiguos se ha considerado que esta forma de respiración permite dejar atrás las inhibiciones de la mente consciente. Sin esta técnica sería mucho más difícil llegar al nivel inconsciente del temor. Mientras practicas la respiración circular, inhalando y exhalando sin parar, completa una y otra vez la misma frase, “Le temo a”, sin levantar el bolígrafo del papel. Una vez que te liberes y puedas plasmar sobre el papel tus temores ocultos, te será difícil detenerte. Si realizas el ejercicio libremente, dejando que tus pensamientos se desenvuelvan sin tratar de controlarlos, descubrirás muchas asociaciones extrañas con el temor que no habías imaginado. Y esos temores inesperados traerán consigo emociones, no sólo temor sino ira, tristeza y alivio. Podrán incluso brotar lágrimas reprimidas. Deja que todo salga, pero vuelve siempre a la respiración y no levantes el bolígrafo del papel hasta que termines. Si comienzas a sentirte demasiado mal, detente. Al terminar el ejercicio es buena idea acostarse a descansar, a fin de recuperar el equilibrio normal. Este ejercicio es más eficaz la primera vez, aunque se puede repetir cuantas veces lo desees. Todo este ejercicio tiene que ver con eliminar las creencias que hemos reforzado en nuestra vida cotidiana y que nos han llevado a vivir creyendo que tenemos la razón, que somos víctimas de la circunstancias, trayendo como consecuencia temores, deseos reprimidos y sueños no cumplidos. Por otro lado también es importante hacernos preguntas para clarificar lo que tenemos pendiente de resolver: · ¿Qué puerta o puertas he dejado abiertas en mi vida? · ¿Cuáles son mis sentimientos respecto a los capítulos pendientes de cerrar? · ¿Qué hice o deje de hacer respecto a esa situación o persona? · ¿Cuáles son los sueños que he dejado de hacer por estar atado al pasado? · ¿Vivo siendo feliz o queriendo tener la razón? · Actualmente ¿cuál es mi estado físico y emocional? · ¿Cuáles son mis actitudes en mi vida personal y profesional? Si no nos hacemos responsables de lo que provocamos, jamás cerraremos ciclos en nuestra vida, ya que siempre buscaremos un culpable para hacernos la víctima. Hay que actuar proactivamente a través de ser protagonistas para cambiar la situación que nos incomoda, que nos hace sufrir o que nos tiene viviendo en el miedo. Lo sano, lo prudente, lo lógico es que no tenemos que esperar a que nos quieran, a que nos comprendan, a que nos escuchen, a que nos reconozcan. Solamente debemos apresurarnos a cerrar los ciclos que hemos dejado abiertos para disfrutar de la experiencia presente. Recuerda que la vida es corta, por eso hay que aprender a desprenderse, a hacer cambios y encontrar nuevas personas que pueden ser el inicio de un nuevo ciclo. El Arcano XIII nos lo recuerda constantemente. Si no hacemos tabla rasa no podemos construir de nuevo, si no dejamos atrás lo que ya no es útil en nuestra vida nos arriesgamos a seguir con los patrones de comportamiento arraigados durante años. Patrones que cuando éramos infantes nos servían para abrirnos paso en las relaciones con la familia, la sociedad y la cultura, pero que con la llegada de la madurez han quedado obsoletos. De pequeños podíamos llorar y patalear o hacernos las víctimas para conseguir aquello que deseábamos; sin embargo en la etapa adulta el seguir sintiéndose víctima ya no nos sirve. Nos corresponde tomar las riendas de nuestra vida y saber que podemos elegir en todo momento aquello que queremos pensar, sentir y hacer. Tampoco nos sirve el manipular a las personas, al menos no es ético y moral, porque aunque pensemos que con ello podemos conseguir lo que nos propongamos, en el fondo supone un auto-sabotaje dado que actuando de ese modo nos degradamos como seres humanos. Y se apodera de nosotros el arquetipo del Diablo, con lo cual negamos una parte importante de nuestra humanidad y acabamos desquiciados porque un día u otro la vida, sí, la vida, nos pondrá en nuestro lugar deshaciendo de un plumazo nuestras aspiraciones y sentiremos como todo se derrumba a nuestro alrededor (La Torre). Por lo tanto, ve cerrando esos ciclos que todavía te tienen inmerso/a en la rueda de la vida y busca nuevas opciones, nuevas oportunidades, nuevas personas. ¡¡Vive la Vida!! Con todo lo que ello conlleva. Lo que denominamos Tarot Terapéutico engloba toda una serie de sistemas, métodos y lecturas destinado al desarrollo humano, podría considerarse una herramienta terapéutica individual: llega la persona portando un problema, una inquietud, una crisis, y se trabaja en base a la historia, más o menos profusa, más o menos cierta, de lo que nos cuenta el consultante; el trabajo, entonces, se dirige a paliar en la medida de lo posible las angustias de quien consulta intentando hacerle consciente de la situación y las posibles vías de solución para su circunstancia particular. Sin embargo hay una vertiente importantísima en nuestras vidas y es, precisamente, nuestro árbol genealógico. En los últimos años he estado estudiando y poniendo en práctica esta visión en la que se intenta no solo la curación o el bienestar de la persona que consulta sino algo más profundo, la sanación de su árbol genealógico.
A esta amalgama de experiencias la denomino Tarot Sistémico dado que se encuadra en el contexto metagenealógico y de la Terapia Sistémica Transgeneracional. Lo cierto es que estamos viviendo un florecimiento de la psicogenealogía y las Constelaciones Familiares derivado, quizás, de un cambio en la mentalidad de la sociedad o por un empuje del inconsciente colectivo que nos obliga a pasar de las terapias basadas en el YO a las actuaciones que engloban el NOSOTROS como sistema, como grupo. Ya Arthur Koestler mencionaba que el ser humano, cada persona, es un holón, o sea una unidad en sí misma que a su vez forma parte de otros holones de mayor entidad. Todo ello se corresponde con el conocimiento de que cada individuo forma parte y lleva a sus espaldas el peso del, digamos, holón familiar. La familia es la base desde la cual la persona se dirige al mundo y al olvidarlo durante siglos el hombre creyó quedarse solo ante el mundo, ante la vida. Al no ser consciente de todo el legado familiar que le condicionaba, por una parte el individuo perdió la conexión con sus raíces y como resultado se enajenó pensando que él era el origen y el final de todo. Ahora vuelve a reencontrarse con sus ancestros de manera consciente empujado por esa fuerza que emana desde mucho más allá y le indica que el camino que conduce hacia donde se dirige es realmente un camino de retorno al origen pasando por sus ancestros, su historia familiar, sus lealtades y fidelidades, para que se dé cuenta que parte del destino está escrito y otra parte le corresponde a él escribirlo y vivirlo. El Tarot nos lo muestra en la carta de EL COLGADO donde un hombre cabeza abajo se encuentra suspendido entre dos árboles, el materno y el paterno, y cree que nada puede hacer para desligarse de ellos. En cierto sentido la savia de esos árboles alimenta a la persona, la nutre, tanto con lo positivo como con lo negativo y así el hombre, la mujer, actúa según unos acuerdos y fidelidades inconscientes que interaccionan con los esquemas mentales inoculados por la sociedad y la cultura por lo que suponer que el ser humano es totalmente libre, o que dispone de libre albedrio (tal y como se suele entender), es mucho suponer. Sin embargo si nos fijamos bien en la imagen del Colgado intuimos que en cualquier momento, cuando él lo decida, el personaje puede deshacer el nudo que le ata al árbol de origen para hacer florecer el suyo propio. Para ello, para que su árbol se desarrolle lo más sano y fuerte posible debe haber tomado a sus ancestros, cortado con fidelidades insanas y aparte de entonces, no arrogarse responsabilidades que no le pertocan. Ha de dejar de vivir aspectos de su vida pertenecientes a algún antepasado, de compensar algún hecho o actitud procedente de su árbol genealógico. El estudio psicogenealógico nos ayuda a desvelar aquello que está obstruyendo el normal desarrollo de la persona, a ir al origen de ciertas enfermedades, a descubrir dinámicas ocultas en el proceder del individuo. Con el Tarot disponemos de un medio que conecta con el inconsciente familiar. En el arcano del Enamorado vemos una representación de la influencia materna y del árbol genealógico de origen junto al deseo de crear un árbol propio, con una pareja estable, y las dudas que ello genera. En el personaje central cohabitan los vínculos con sus raíces familiares y la necesidad de liberarse de los contratos y acuerdos inconscientemente establecidos, surge el sentimiento de culpa, de temor a no ser amado. Dependiendo de la relación que el individuo tuvo de niño con su madre es posible que de adulto sigua buscando una madre en sus relaciones de pareja. Si su madre despreció a su padre puede que él busque mujeres que le desprecien; si fue el “novio” de su mamá le resultará muy difícil mantener relaciones estables y profundas con otras mujeres… la lista es interminable lo cual apoya la idea de que la relación con la madre es básica, vital, fundamental. Y eso el Tarot nos lo recuerda en varios de sus arcanos así como las dinámicas ocultas, fidelidades e implicaciones siendo un elemento que utilizado junto al estudio del árbol genealógico y las constelaciones familiares proporciona una experiencia enriquecedora y una apertura a ese inconsciente familiar que, paradójicamente, es a la vez una bendición y una carga. Desde esta perspectiva uno de los puntos importantes a tener en cuenta en la búsqueda de significado en nuestra vida es cumplir lo que percibimos como carencias de la vida de nuestros padres, o lo que percibimos como un potencial no desarrollado, lo que podríamos denominar destino. Estas percepciones se derivan de circunstancias y vivencias que son únicas para nosotros. Como decía Carl Jung:”lo que generalmente tiene el mayor efecto psíquico en el niño es la vida que los padres no han vivido”. Así en el trabajo con el Tarot Sistémico se analiza el árbol genealógico de la persona, las circunstancias que rodean su vida desde la visión de su familia de origen. A través del Tarot se clarifica y se muestran los vínculos, contratos, nudos y dinámicas ocultas que subyacen bajo los hechos que la persona expone. También mediante este trabajo llegamos a entender el tipo de pareja que formamos, su relación con las parejas que nos preceden, las repeticiones, olvidos y fidelidades. Este sería el enfoque del Tarot Sistémico el cual permite entender conductas de las personas como respuesta a un desorden en el sistema familiar. El consultante, paradójicamente, pierde importancia a favor de una mirada y un análisis dirigido al contexto, al árbol genealógico. Es una mirada más amplia, más allá de la persona. Mediante el Tarot Sistémico contemplamos el tipo de relaciones entre los miembros de una familia a través de varias generaciones y si cada uno ocupa el lugar que le corresponde. Este tipo de trabajo es dinámico, sin recetas prefijadas. Más que nada se trata de una experiencia siempre nueva y en donde el tarólogo no dirige sino que observa y acompaña para que la experiencia resulte curativa. Es un modo de trabajar fenomenológico, donde lo que menos importa es el significado de las cartas sino lo que su visión provoca en el consultante, cómo mueve las cartas, su reacción al ir descubriéndolas, dónde las coloca y sobre todo cómo se expresa su árbol genealógico a través de los arcanos. (Extractos del libro CONVERTIRSE EN UNO MISMO-Manual de Tarot terapéutico) Mucho se ha hablado, y se sigue haciendo, sobre el carácter esotérico y simbólico del tarot y en base a ello desde ciertos círculos académicos se le niega cualquiera otra utilización que no se la de oráculo (en sentido además peyorativo), encasillado en el cajón de técnicas adivinatorias, todas ellas denostadas y vilipendiadas. No niego que personalmente creo que la vertiente adivinatoria del tarot es la que menos se atiene a sus fundamentos aunque sea la más vistosa y popularizada; todo lo cual no ha hecho más que empobrecer su imagen tanto entre los profesionales de la salud como de las personas que acudiendo a alguna consulta de un tarotista-adivino, han salido desilusionados con los resultados.
Sin embargo somos muchos ya quienes utilizamos los arcanos del tarot como herramienta para el desarrollo personal, propio y ajeno, haciendo uso de sus ilimitadas posibilidades en campos tan diversos como: la búsqueda de soluciones creativas a circunstancias complejas, el autoconocimiento, la estimulación de la imaginación e intuición, el obtener información del inconsciente o la comprensión de situaciones específicas. Yendo más allá y atendiendo también a negocios y empresas: la creación de metas y planes de acción, la reformulación de problemas y el desarrollo de habilidades comunicativas, por no hablar ya de temas más profundos como la búsqueda de sentido y propósito en la vida. Esta breve introducción se debe a que desde principios de los años 80 del siglo pasado los profesionales de la salud psíquica, léase psicólogos, psiquiatras y psicoterapeutas, vienen utilizando una serie de mazos de cartas con imágenes más o menos cotidianas, más o menos simbólicas, con las que ayudan a sus pacientes a resolver sus problemas. La cuestión es que con el paso del tiempo su área de aplicación se ha extendido también a educadores, instructores, coaches y consultores de negocios. Según aseguran estos profesionales este tipo de mazos sirven para fomentar la creatividad, la comunicación y la imaginación. Parece que han descubierto la sopa de ajo cuando desde hace cientos de años disponemos de las cartas del tarot. Sin desmerecer para nada esos mazos, vemos como el tarot, con sus símbolos, arquetipos e imaginería ancestral, ha quedado desterrado por ser demasiado “místico” y “esotérico” y por lo tanto no se puede aplicar de forma psicoterapéutica y sanadora. Afortunadamente no todos piensan así, en EEUU y parte de Europa se utiliza el tarot como instrumento terapéutico en su forma proyectiva y asociativa. Por eso creo que es importante matizar una serie de errores de percepción que se han originado tanto desde la sociedad en general como en los profesionales “psico” en particular dado que solamente se conoce la versión más populista del tarot, la de adivinación. Veamos algunas de esas percepciones: Las imágenes del tarot están cargadas de gran simbolismo cuyo significado es interpretado solamente por el profesional. La primera parte de la oración es cierta, aunque si somos honestos podemos afirmar que cualquier imagen contiene una carga simbólica implícita que cambia según la percepción de quien la observa y ello lo he podido comprobar en cada sesión con el tarot terapéutico. Cada consultante interpreta la imagen que ve según su estado mental, emocional, físico y energético. En más de una ocasión me he quedado sorprendido por la interpretación que hacía la persona que consultaba sobre las cartas sobre el tapete. La segunda parte de la oración es inexacta desde el punto de vista terapéutico. Es el “cliente” quien interpreta lo que ve, el tarólogo acompaña al consultante en su interpretación, dando luz allí donde la persona se bloquea o no encuentra una explicación plausible. El tarólogo hace preguntas en relación a las imágenes y el consultante, por asociación y proyección, descubre sus respuestas. El foco de atención durante la sesión son las cartas y el tarotista. Error. En el ámbito terapéutico la atención se focaliza en la persona que consulta, algo lógico por otra parte. El tarólogo se pone a disposición del consultante, se convierte en su consultor-asesor-coach. El cliente la mayor parte del tiempo se limita a escuchar. Inexacto. No quisiera resultar redundante pero evidentemente una sesión de tarot terapéutico es más una conversación sanadora que una consulta cognitivo-conductista. El tarot tiene una gran dificultad de incorporación a otras áreas que no sean las de carácter esotérico, difícilmente aceptable por muchos clientes y profesionales. La dificultad proviene precisamente de la no-aceptación por parte de los profesionales y clientes que ven injerencias en todo aquello que no pueden manipular, controlar y evaluar racionalmente. En este sentido el tarot es incontrolable, tiene vida propia y aunque en sí mismos los arcanos son neutros, su significado difiere según la persona que los interpreta. Es cierto que en manos poco escrupulosas el tarot se puede utilizar para manipular a las personas pero también se les puede manipular en la consulta de un psicólogo, psiquiatra o psicoterapeuta. No es la herramienta, el sistema o el método quien manipula, lo hace la persona que la utiliza. En una consulta de tarot el cliente pregunta y el tarotista le da la respuesta. Una consulta de tarot terapéutico se basa en las teorías de Carl Jung sobre la sombra, los arquetipos, la proyección, el inconsciente colectivo y la sincronicidad, así como en técnicas de visualización creativa, imaginación activa o el análisis del árbol genealógico. En este contexto quien pregunta es el tarólogo, quien además ayuda al consultante a comprender sus propias paradojas y bloqueos. A tenor de lo dicho, cualquier mente perspicaz comprenderá que para practicar el tarot en psicoterapia no basta con haber aprendido a leer el tarot, hay que estudiar otras especialidades. Podría seguir con más afirmaciones gratuitas que solo pueden provenir de quien no ha estudiado detenidamente el tarot, aunque creo que ya es suficiente para darse cuenta de que el tarot es una herramienta totalmente válida en procesos de desarrollo personal, consultoría y coaching. En este breve artículo no detallaré los métodos que se pueden utilizar aunque ya he mencionado alguno de pasada. Únicamente deseaba dar un poco de luz, tender la mano a quien desee ampliar su formación y limpiar algo la imagen que el tarot tiene entre ciertos círculos.. |
Francisco BenagesTarotCoach Archivos
Noviembre 2019
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