Una lectura de Tarot debe enfocarse como un proceso, una manera de hacer y sentir. Una actitud que envuelve muchos aspectos inciertos, por lo que no se puede predecir. Podría asemejarse a un viaje personal.
A través de este proceso el consultante adquiere poder sobre su vida, siempre que tome conciencia del mensaje de los Arcanos y lo que resuenan en su vida. El tarólogo entonces cambia de lugar: pasa de ser la autoridad (en el plano adivinatorio) a ser el que aporta ese espacio abierto donde se desarrolla la lectura, junto con el consultante que aporta la experiencia en relación a los mensajes que intuye de los Arcanos. En este cambio de rol es importante señalar lo efectivo que es para el consultante que “el otro” le vea, le escuche, crea en él y en la posibilidad de cambio hacia un futuro mejor. Con esta nueva mirada hay un trabajo común entre tarólogo y consultante que entraña riesgos, supone que el consultante “como experto” interviene directamente en la lectura, supone que en esa experiencia conjunta cabe la posibilidad de fracaso; y también supone aceptar el riesgo como algo con lo que nacemos e imprescindible para experimentar cualquier cambio. Siguiendo con este autodenominado proceso, comprobamos como éste tiene que ver con crear nuevas maneras de relación. Se ha de partir de una confianza mutua en la tarea común y contemplando la posibilidad de probar, experimentar juntos y cambiar de planteamientos si es necesario, siempre en la búsqueda del objetivo a conseguir. Ese cambio parte de lo que ya existe. Se entra en un espacio nuevo, de búsqueda, de incertidumbre, de experimentación, de prueba; que conduce a encontrar algo nuevo, diferente a lo anterior. Supone una transformación a partir de un proceso de creación conjunta.
1 Comentario
Es práctica común al Ocultismo el valerse de símbolos de los más diversos orígenes: hebreos, hindúes, griegos, rúnicos, cada uno de ellos dotado de una aparente “facultad” especial, facilitadora de determinado objetivo. Y si nos colocamos en el lugar de un observador neutral, ajeno por completo a la Filosofía Hermética, debemos convenir que puede resultar difícil de digerir el que meditar, o elaborar mentalmente, dibujar o tallar un símbolo determinado pueda desencadenar, en el mundo aparentemente material en que nos desenvolvemos, algún efecto perceptible. Que mentalizar un pentáculo o estrella de cinco puntas de determinada manera sobre el órgano afectado de una persona enferma puede propender a su curación, o que en caso de acusados problemas psicológicos un “sello de Salomón”, también conocido como “estrella de David” sea en ocasiones suficiente paliativo. Además del abismo infranqueable para la mentalidad materialista de este siglo que representa lo que va de lo mental a lo fisicista-mecanicista, se hace en ocasiones incomprensible el porqué debería aceptarse que una figura geométrica determinada pueda, por su sola observación, desencadenar resultados tangibles.
Sin embargo, y como en muchas otras ocasiones, aquí también la moderna psicología ha hecho tan significativos avances que sus propuestas rozan audazmente las milenarias enseñanzas esotéricas. Y precisamente, en el campo semiológico es donde encontramos una aproximación válida para avalar tales Misterios. Debemos tener en cuenta que todo símbolo es “una máquina psicológica transformadora de energía”, lo que equivale a decir que la concentración en un símbolo provoca dos respuestas: por un lado, una tensión psíquica que, en ocasiones, puede gatillar la latente potencialidad parapsicológica (según el buen decir del parapsicólogo argentino Antonio Las Heras) del individuo; por otro, al asociarse al mismo determinados contenidos inconscientes, su evocación polariza sobre el sujeto tales correspondencias con lo que, cuando menos en forma autorreferente, se detonan los contenidos emocionales de armonía y equilibrio que le fueron adjudicados. Por otra parte, una figura señera del Esoterismo como fuera la norteamericana Dion Fortune –que no ociosamente se dedicara al psicoanálisis antes de volcarse de lleno al Ocultismo enseñó que “cuando en el pasado, a un símbolo le es incorporado, por meditación o raciocinio no convencional, un determinado contenido por un grupo de iniciados, en el presente, aún cuando las claves interpretativas se hubiesen extraviado irremediablemente, también por meditación e iluminación podemos evocar esos contenidos”. Ejemplificando esto, podemos señalar que si hoy en día un grupo de estudiosos deseara perpetuar determinada información, esotéricamente hablando, y evitar que la misma caiga en manos no deseables, se elaboraría un signo o símbolo a través de largas sesiones de contemplación meditativa; luego, aunque transcurrieran siglos y desaparecieran todos aquellos elementos materiales que podrían brindar una pista sobre el significado del mismo, en otro lugar y otra época, y siempre por directa meditación sobre el símbolo en cuestión, podríamos recuperar el contenido que le fue adjudicado al mismo. Y para esto hay una razón lógica; de una u otra forma, esos contenidos pasan a integrar, genética o extrasensorialmente, una memoria racial, reservorio natural del Inconsciente Colectivo de donde, a fin de cuentas, nos realimentamos en nuestras meditaciones. Y ese Inconsciente Colectivo es, a todas luces, un entramado que comunica, diríamos que de manera subliminal, todas las mentes del género humano. Por ello, lo que nosotros recuperamos por “conectarnos” con esa red, también señala una vía de acceso sobre la psiquis de los demás y de esa forma desencadenar determinados efectos. Y si queremos ser más precisos, deberíamos recordar que la Parapsicología ha demostrado, más allá de toda duda razonable, la existencia de una llamada “energía de las formas”, potencial energético de naturaleza desconocida que se hace presente cuando construimos objetos que acusan una muy concreta geometría, como es el caso de las pirámides (lo más popular), y los conos, espirales, etc. Decimos que la naturaleza de esta energía es desconocida, pese a que muchos autores le atribuyen un carácter “cósmico” lo cual, por supuesto, aún es discutible máxime cuando, si hemos de ser exigentes con la terminología, en última instancia todas las energías son cósmicas. Y, si observamos con atención, advertiremos que un símbolo geométricamente definido es, en todo caso, una “forma” de dos dimensiones (quizás tres, si aceptamos que el sutil relieve del grabado o la impresión sobre el papel puede considerarse también una dimensión) y, en tal sentido, capaz de acumular “energía de las formas”. Si quieres saber más adquiere mi Curso: El poder del Símbolo. Toda la información en: http://escueladeexpansion.weebly.com/el-poder-del-simbolo.html ![]() La ignorancia es la raíz del sufrimiento, según el budismo, aunque podríamos también afirmar (parafraseando a Sri Aurobindo) que la ignorancia no es más que una forma de conocimiento incompleto. El ego, en este sentido, es una forma de conocimiento incompleto de nosotros mismos ya que no se asienta en nuestra verdadera naturaleza sino únicamente en la superficie y si durante la mayor parte de nuestra vida sigue dirigiéndola no es porque resulte indispensable para ello sino porque aún no hemos descubierto nuestra naturaleza interior; el ego se debe ver como un estadio provisional del desarrollo, por eso El Loco lleva al ego tras de sí, si estuviese delante querría decir que El Loco regiría sus acciones en función de su pequeño “dictador”, en su lugar, sigue su camino siguiendo las voces de su espíritu. Una de las lecciones que nos da El Loco es que siempre estamos buscando algo a lo que aferrarnos, necesitamos una identidad para sentirnos seguros y aquellos que desean un salto cualitativo en su existencia ven, con horror, que el cambio es imposible. Nuestra naturaleza interior es básicamente perfecta. Lo imperfecto es nuestra identidad, nuestra personalidad, nuestro ego, aquello que sentimos y creemos como Yo-mismo, en suma, nuestra forma de ser; y los intentos por cambiarla no nos ayudan a liberarnos precisamente de ella porque estamos utilizando las mismas herramientas de construcción del ego para deconstruirlo. Para desenmascararnos debemos utilizar otros útiles más sutiles, expandirnos y entrar en contacto con el fundamento de nosotros mismos, es lo que John Welwood denomina “el espacio abierto del ser” , esa dimensión vacía y alerta de donde emergen las comprensiones espirituales más profundas que nos ayudan a trascender los puntos de referencia convencionales. El Loco, en cierta forma, bebe de las enseñanzas budistas, su percepción no está distorsionada por la realidad que nuestros sistemas cognitivos toman por cierta, aunque aún se encuentra en el mundo de la “apariencia ilusoria” (samsara), su visión va más allá, su conciencia se encuentra abierta a lo no conceptual y desacondicionado. El Loco nos habla de ese anhelo de conectar con la dimensión más amplia y expansiva de nuestra naturaleza. Ello se traduce en la atracción que experimentamos por los inmensos espacios abiertos de la naturaleza, de la misteriosa atracción que ejercen sobre nosotros los territorios inexplorados, el extraordinario horizonte del océano o las insondables profundidades del espacio exterior. Pero también le tenemos miedo a su falta de solidez, así que aunque a menudo anhelamos más espacio también huimos de él y nos apresuramos a llenarlo con nuestros puntos de referencia familiares. Lo que El Loco reconoce es su propia locura la cual es, desde luego, el principio de su cordura y con ella se sana, trasciende y se libera. Puede parecer una paradoja pero el Loco sabe que:”La gente cree que la iluminación es un estado en el que al fin se comprende todo; la verdad es más bien lo contrario: la iluminación es un estado en el que, al fin, ya no se comprende nada”. (S. Pániker). ![]() Por Sabiduría entendemos, desde la óptica del Ermitaño, una conducta prudente de la vida. Y la prudencia es una virtud que consiste en discernir y distinguir lo que es bueno o malo y obrar en consecuencia. Implica la acumulación y maduración de conocimientos de una forma crítica y meditada; también comporta el desarrollo de una gran capacidad de análisis y de valoración de la realidad para conseguir una visión humilde de la propia existencia y la de los demás. Pocas cosas hay mejores para alcanzar cierto grado de sabiduría que la propia experiencia, el haber aprehendido de forma personal la realidad. En cierta medida El Ermitaño se ha convertido en su propia experiencia, no hace distingos entre lo vivido y el sujeto que lo ha vivido. Como parte activa de la experiencia se sabe uno con ella, no la experimenta “desde fuera” como algo que le está pasando sino como un todo donde el observador y lo observado, el sujeto de la acción y la acción misma se funden en una misma cosa. Y ello le da la sabiduría necesaria para volver al mundo e iluminar a quien lo desee con sus conocimientos. Pero el farol de la experiencia sólo ilumina a aquel que la tiene (la experiencia) y El Ermitaño únicamente puede señalar el camino a quien desee recorrerlo personalmente. Su luz ilumina el recorrido, pero ese camino debe andarlo solo quien desee ir más allá de la ilusión. Cualquier cambio evolutivo, cualquier avance en los niveles de conciencia se realiza sumido en una crisis. Crisis que significa cambio, mutación; un descenso hasta el mismo centro de la conciencia, en soledad hasta alcanzar el vacío, la vacuidad, que puede ser terrible pues en ese estado no hay asideros a los cuales aferrarse. Sin muletas existenciales y acostumbrados durante tanto tiempo a ellas quizás nos fallen nuestras fuerzas si no serenamos la mente y comprendemos que el vacío no es la Nada sino, al contrario, el Todo en su plenitud. El Ermitaño ha comprendido que lo que percibimos en su mayor parte no son datos empíricos sino conceptos, datos mentales y que la única manera de sentirse dueño de todo es no ambicionar nada, no tener nada. Incluso podemos ver que El Ermitaño va más allá pues de forma totalmente consciente no utiliza las palabras, deja de lado el lenguaje para transmitir su conocimiento. En este contexto, El Ermitaño es la otra cara de El Papa. Si éste representa el dogma, aquel supone la libertad, si el Sumo Pontícipe es un puente entre el conocimiento superior y sus acólitos, El Ermitaño viaja solo, no desea seguidores, trabaja a campo abierto mientras que el Papa lo hace sentado dentro de un templo, podríamos aseverar entonces que el templo del Ermitaño es el mundo. El Ermitaño desdeña la Tiara solemne del Papa, un gorro es toda su protección y además lo lleva a la espalda, dejando su cabeza al descubierto pues todo aquel que necesite un maestro podrá contar con su ayuda. También prefiere el bastón al báculo, un bastón firmemente apoyado en la tierra dado que representa, el arcano VIIII, el misticismo y la espiritualidad en la vida cotidiana. Despojado de dogmas da la sensación de caminar hacia atrás a sabiendas de que los ciclos de la vida se repiten inexorablemente y utiliza su lámpara para iluminar su propia oscuridad. Su sabiduría no proviene de la gnosis (*) sino de vivir la vida misma. El presente no se puede explicar, se ha de vivir, y a ello nos remite El Ermitaño, ese Ermitaño que todos llevamos dentro y del que en alguna ocasión, tal vez en sueños, hemos intuido la luz de su lámpara, débil, lejana quizás porque se encuentra en lo más profundo de nuestro ser pero eterna pues quien le da energía es el espíritu mismo. Si le queremos dar un sentido más esotérico podríamos decir que la lámpara somos nosotros mismos y la luz de su interior es nuestro espíritu que nos ilumina y guía para encontrar el equilibrio y darnos cuenta que en realidad sólo sabemos que no sabemos nada. En última instancia el Ermitaño señala que la reflexión fenomenológica consiste en dejar provisionalmente de lado nuestras creencias conceptuales habituales para centrarnos de una forma más directa y relajada en nuestra experiencia. Se trata de intentar encontrar nuevos significados, nuevas comprensiones y nuevas direcciones. Al estar emparentado con El Papa también nos remite a la comunicación, y su capa símbolo de invisibilidad nos previene que cuando nos sentimos invisibles con una persona, es como si estuviésemos en realidades diferentes. En suma, El Ermitaño señala la experiencia dotada de alma, de Conciencia, con todo lo que ello implica. Ilumina la Verdad (mira a la Justicia) que no es más que el sometimiento a las Leyes Universales, a la Naturaleza, a un destino abierto a todas las posibilidades. En lo más profundo de su ser El Ermitaño, ilumine donde ilumine su candil, solo ve belleza. Ahí reside su sabiduría. (extractos del libro CONVERTIRSE EN UNO MISMO- Edic. Corona Borealis) ![]() Existen diferentes maneras de aplicar el Tarot en el contexto de la psicoterapia, sin embargo pienso que es interesante el campo de actuación que se abre al relacionar la astrología con el Tarot. Evidentemente no hay ninguna razón lógica-científica que corrobore los datos obtenidos a partir tanto de la astrología como del propio Tarot ya sea por separado o en conjunto, pero como hace ya décadas que se están utilizando por profesionales de la salud (psicólogos, psiquiatras, médicos…), creo que es importante ahondar en estos temas dado que ni la astrología, ni el Tarot deben ser tratados desde mi punto de vista como mancias, sino como instrumentos orientadores para que el/la consultante aproveche los aspectos más positivos de su mapa vibracional en beneficio de su vida y con vistas a lograr una armonía que le permita ir del caos al orden, del Loco al Mundo. Iniciación a la Astrología ¿Qué es la Astrología?. Trish MacGregor en la introducción de su libro Todo sobre Astrología. Dice así: “La Astrología solo es una herramienta que ilumina nuestro paso por la vida, es la configuración que el alma elige para venir a este mundo”. Este breve párrafo contiene una profunda sabiduría y no quisiera contaminarla con explicaciones y datos que se pueden encontrar de otro modo en las decenas de libros que sobre Astrología se han publicado; así que para enlazarlo con el tema que nos ocupa solamente agregaré que si, según los astrólogos, la Astrología constituye el mapa del alma, el Tarot es su espejo. Ambos, Tarot y Astrología, definen nuestro potencial, no nuestro destino. Ambos son sistemas orgánicos que nos ayudan a profundizar en nosotros mismos a medida que aprendemos a leer sus símbolos y a entender su lenguaje. Las cuatro energías Los 12 signos del Zodiaco son: ARIES, TAURO, GEMINIS, CANCER, LEO, VIRGO, LIBRA, ESCORPION, SAGITARIO, CAPRICORNIO, ACUARIO Y PISCIS. Al igual que en el Tarot los signos zodiacales se dividen en triplicidades correspondientes al Aire, Fuego, Agua y Tierra. Los signos de Aire (masculinos) son: GEMINIS, LIBRA y ACUARIO. Los de Fuego (masculinos) son: ARIES, LEO y SAGITARIO. Los signos de Agua (femeninos) son: CANCER, ESCORPION y PISCIS y por últimos se encuentran los signos de Tierra (femeninos): TAURO, VIRGO y CAPRICORNIO. Curiosamente si los relacionamos con los palos del Tarot comprobaremos que comparten idénticas cualidades. Así los signos de Aire, emparentados con el palo de Espadas se relacionan con las habilidades mentales y los atributos intelectuales, los signos de fuego que en el Tarot se corresponde con los Bastos se caracterizan por la agresividad, el liderazgo, en suma la energía creativa en estado puro. Los signos de Agua que en el Tarot simbolizan el palo de Copas se focalizan en la emoción y el sentimiento y evidencian una profunda conexión con el inconsciente, y los signos de Tierra que en el Tarot los vemos representados en el palo de Oros se caracterizan por su sentido práctico, su pragmatismo. Si estás interesad@ en este apasionante tema, puedes acceder a mi Curso a Distancia de Astrología y Tarot desde la web:http://cursoastrologiaytarot.weebly.com/ ![]() La figura del Colgado nos invita a aceptar el sufrimiento para favorecer la integridad. Lo único que está haciendo el Colgado es darle algo de espacio y utilizarlo para realizar nuevas elecciones cuando llegue el momento; para ello tenemos que poder permanecer sintonizados con nuestro lado vulnerable. Dedicar tiempo a esa parte vulnerable de nosotros mismos, esa parte que incluye nuestra sensación de impotencia, significa que entraremos en contacto con todos los aspectos de nosotros mismos y que necesitamos trabajar desde lo más profundo de nuestro ser para definir la visión de nuestra intención central. Si no estamos en contacto con nuestro lado vulnerable éste se hará con el control, sin embargo si permanecemos en contacto con él seremos nosotros quienes tomemos el mando entablando un diálogo con él y redefiniendo así nuestra realidad. El Colgado está meditando (otra referencia más que el Tarot nos hace de las filosofías orientales), su postura se asemeja al asana (postura de yoga) VRKSASANA o postura del árbol, con ello nos parece indicar que el camino de la meditación, el vaciar la mente, es un camino válido para conocerse a sí mismo, para relativizar los problemas y percibir la vida desde otro punto de vista, más profundo, más cercano a la esencia. Ha renunciado volitivamente a intentar cambiar el mundo pues sólo cambiando él es cuando el mundo empieza a modificarse. Cuando el puzzle del hombre se resuelve, el mundo adquiere su dimensión perfecta así que lo primero es resolver los enigmas emocionales propios algo que El Colgado empieza a efectuar, pero no empleando su energía sino que se sirve de las fuerzas telúricas y de la naturaleza. Se deja llevar por las aguas de la vida, conocedor de que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río y que el ser humano siempre es el mismo, pero no lo mismo. El Colgado es sabio, y su sabiduría proviene de lo más profundo, de lo Eterno.. (del libro Convertirse en Uno Mismo) Ejercicio PNL de Motivación 2
Toma en consideración algunos de los Objetivos o Cambios que quieres producir en tu vida, y hazte las siguientes preguntas: **¿En qué modo el poder llevar a cabo,realizar estos cambios, lograr estos objetivos...influirán en tu vida? **¿En qué modo el poder llevar a cabo,realizar estos cambios, lograr estos objetivos...influirán en la vida de otras personas ,sobre todo las de tu entorno cotidiano? **¿Qué es la peor cosa que pudiera suceder si no logras ese objetivo o producir esos cambios...o el no alcanzar el resultado que deseas?¿Cómo te sentirías? **¿Qué es lo mejor que te pueda suceder si logras ese cambio anhelado, o alcanzas tu objetivo o resultado deseado?¿Cómo te sentirás? **Imagina cómo te sentirías dentro de 20 años o 30 años...sabiendo que no has sido capaz de lograr esos cambios y esos resultados tan deseados hoy... Imagínatelo lo más seriamente posible,lo más nítidamente posible...¿que tan mal estarías si en unos cuantos años...sigues sin lograr eso que quieres lograr...? **Ahora imagínate en tu Futuro, sabiendo que fuiste capaz de cambiar con éxito...imagínate estar allí...con los resultados plenamente alcanzados,con posesión de lo que querías obtener... **Imagínate nítidamente...cuán increíblemente bien te sientes...al ser una persona así extraordinaria!...Imagínatelo lo más vívidamente posible(involucra todo tipo de submodalidades...imágenes,sonidos,movimiento...). Métete en la película...vívelo en estado asociado...como si lo estuvieras viviendo en realidad. La PNL, propone un cambio de actitud ante la vida. No sólo se trata de adquirir una serie de habilidades y valiosas técnicas para mejorar y crecer …además se trata de cultivar esa actitud de apertura y de querer experimentar nuevas cosas, iniciar nuevos caminos y apostar al cambio y al crecimiento personal.
Este Ejercicio de Motivación fue dictado por Richard Bandler en una conferencia hace algunos años. Ejercicio PNL de Motivación 1 Se recomienda aplicar alguna técnica pnl para ´´ubicarse ´´ mentalmente en el futuro...y desde allí ´´ver´´ -viendo hacia atrás, de manera retrospectiva-...todo lo que no se hizo ...todo aquello que se dejó de lado por hacer y hubieras querido hacer! Es para hacer más consciente el paso del tiempo y su relación con tus objetivos... Se trata de analizar en un plano imaginario ´´viéndote ´´ a tí mismo dentro de digamos 20 años...y mirando hacia el momento de hoy...sin haber logrado eso, y analizando lo que te faltó por hacer...Es muy interesante para sacar conclusiones. Luego vuelves a ubicarte en el presente, en el Hoy...te fijas una meta de las que más te impactaron. o la más anhelada por tí...y decides dar un paso hacia ella...HOY MISMO ,así sea un pequeño paso. La mente actúa de manera cibernética...Si captas ese objetivo, lo haces más consciente...tu mente inconsciente podrá guiarte hacia la meta, siempre que tomes la decisión de hacerlo con constancia! “Existe realmente un proceso secreto mediante el cual uno puede alcanzar toda la prosperidad ,la salud y la felicidad . Este secreto fue conocido en su época por todo el mundo por lo que este dejó de ser un secreto, y por lo tanto dejó de ser utilizado .Con el tiempo, el secreto se ha convertido de nuevo en un secreto que todos quieren tener , hasta que de nuevo el secreto sea conocido por todos y este deje de ser utilizado. Esta es la manera en la que los antiguos hawaianos escondían sus secretos: diciéndoselo a todo el mundo.
Según la filosofía del HUNA, que significa “secreto”, la energía va hacia aquello en lo que uno enfoca sus pensamientos. En otras palabras, consigues tus deseos cuando logras mantener tu atención en lo que quieres y no en aquello que no quieres. Para ello propone la siguiente técnica para conseguir los deseos según el HUNA. Método “ Ha i pu le”. 1.-LA ETAPA “HA” En esta etapa que significa, “ver la vida prosperar en su espíritu”.En esta etapa uno debe emocionarse con aquello que quiere y mantenerse en esa sensación mientras respira hondo. Si uno empezara a pensar en otra cosa, volvería al principio a emocionarse de nuevo con el objeto del deseo. 2.-LA ETAPA “I” En esta etapa que significa,”hablar” uno empieza a hablar con palabras de entusiasmo sobre el deseo que uno quiere obtener mientras sigue respirando hondo. Si uno empezara a oír internamente o externamente palabras negativas o de desaliento respecto al deseo meta, volvería uno de nuevo a la propuesta de hablar bien y con entusiasmo. 3.-LA ETAPA “PU”. En esta etapa que significa “parecer como real”, uno imagina lo que quiere con todo lujo de detalles posibles. Comienza a observar tu deseo, con todas las cosas que tiene, con sus características. Cuando te sorprendas imaginando lo que no quieres, entonces comienza de nuevo imaginándote los detalles de aquello que sí que quieres. 4.-LA ETAPA “LE” En esta etapa, uno tiene que ponerse en la postura física que uno tendría si ya hubiera conseguido este deseo. Esta postura tiene que ser de confianza, de contentamiento,de alegría. Observar como se comporta y se acomoda tu cuerpo al saber que esto ya ha sucedido y mantén esta postura. Si tienes una postura de falta de confianza, o de miedo de no conseguirlo, respirar hondo y de nuevo comportarte posturalmente con toda la confianza de haberlo conseguido y de tenerlo en tus manos. No tienes que hacer las cuatro etapas al mismo momento, si no quieres o no tienes tiempo. Haz las que puedas o que te acuerdes en ese momento y observa cómo se abren nuevos caminos para ti y tu felicidad.” Los Arcanos del Tarot nos muestran cualidades positivas y negativas. En este post he creido interesante resumir aquellos aspectos de los arcanos que podríamos denominar La Sombra del Arcano y que se relacionan con aquellos temas que nuestro inconsciente mantiene ocultos y que aparecen en ocasiones para equilibrar la parte luminosa que el ego desea mostrar a los demás. Son estos:El Loco:
No escuchar la voz interior Temor del futuro Permanecer psicológicamente estancado Ser demasiado ‘naive’ y permitir que otros se aprovechen Rehusarse a probar cosas nuevas Rigidez El Mago: No aplicar los esfuerzos y energía en la dirección correcta Mente dispersa Carecer de concentración o no concentrarse en el verdadero problema Pesimismo Utilizar engaños para alcanzar metas No ser directo Abuso de poder para el beneficio personal Comenzar demasiados proyectos a la vez y no poder terminar ninguno por falta de motivación La Sacerdotisa: Ser demasiado literal o intelectual Incapacidad de confiar en la intuición Superficialidad No estar dispuesto a explorar el inconsciente Incapacidad de aceptar la parte femenina/masculina Vivir atado a la naturaleza intuitiva y tener dificultades en la vida real Odio hacia las mujeres Rechazo de todo lo esotérico La Emperatriz: Ser controladora El arquetipo de la madrastra malvada Concentrar la propia energía en los demás, y descuidarse a uno mismo Asfixiar a los demás con un amor que sofoca la individualidad Incapacidad de superar las relaciones pasadas Ser extremadamente ‘necesitado’, en lo que a las emociones respecta Rigidez mental, no aceptar otros puntos de vista Aferrarse a los dramas del pasado Destruir en lugar de crear Aferrarse a situaciones destructivas o improductivas El Emperador: Sentirse desilusionado de la vida Carecer del sentido de aventura Intelecto sin imaginación Controlar a los demás con agresividad Depender de otros para controlar el propio comportamiento Dificultad para tomar decisiones Confundir autoridad con dominación Enfurecerse cuando alguien no está de acuerdo con nosotros Poco o nulo autocontrol Figura paterna controladora Inmadurez, terquedad El Hierofante: Intolerancia hacia otros cuyas creencias difieren de las nuestras Estar atascado en la retórica de un grupo Adoptar principios sin analizarlos Seguir las reglas ciegamente, sin considerar las consecuencias Fe ciega y dogmatismo Ir en contra de tus principios para obtener aceptación Corrupción espiritual; reprimir los propios (o los ajenos) valores espirituales Hostilidad hacia el orden establecido El Enamorado: Incapacidad de tomar una decisión, confiar en el amor o arriesgarse a perder el control Sentirse perdido, sin una guía por valerse sólo del intelecto Elegir la irresponsabilidad Sentirse desbalanceado Infidelidad Incapacidad de abrirse en una relación Dificultad para reconocer aspectos en conflicto de la propia personalidad Resistencia a los cambios que puedan producir la integración de fuerzas en conflicto El Carro: No entender o no poder controlar los opuestos interiores Ego excesivo Autocontrol basado en la negación Fortaleza y autoridad que provienen de las circunstancias actuales y no del interior Conflictos internos y con los demás Luchas que parecen no tener propósito Falta de metas claras Necesidad de controlar a los demás Rigidez de pensamiento La Justicia: Preocuparse demasiado por la imparcialidad de la situación Incapacidad de lidiar con las consecuencias de nuestras acciones Apresurarse a tomar una decisión sin considerar todos los factores Falta de balance en la vida Necesidad de una mente balanceada Usar sólo la mente lógica para tomar decisiones Ser completamente ilógico Punto de vista basado en el “todo o nada” El Ermitaño: Miedo al aislamiento y al aburrimiento Temor a estar solos con nuestros pensamientos y sentimientos Realizar actividades que no tienen importancia o tratar de darle importancia a aquello que no la tiene Dependencia de un consejero psíquico, tarotista o astrólogo Dependencia de un gurú o guía espiritual Aislarse del mundo Huir de los problemas personales Incapacidad de aceptar la vejez o la muerte Impaciencia, depresión o indecisión La Rueda de la Fortuna: Creer que somos víctimas del destino Rehusar el cambio Carencia de perseverancia para terminar tareas Incapacidad de lidiar con las dificultades de la vida No reconocer oportunidades Incapacidad de terminar lo que se empieza Aferrarse al pasado La Fuerza: Falta de coraje o integridad Inseguridad Agresividad Ira, probablemente expresada en abusos de todo tipo Falta de compasión, egoísmo Tendencias violentas Temor a la naturaleza instintiva Negación de la naturaleza animal e instintiva del ser humano Negación del inconsciente El Colgado: Sumergirse en un estado de desesperación cuando las cosas no salen como uno quiere Estancarse en una situación cuando viejas actitudes ya no funcionan Permitir que el orgullo se interponga en el crecimiento personal Incapacidad de considerar un cambio Hacer demasiados sacrificios, sin reclamar una retribución Luchar contra una situación sobre la cual no se tiene control Poner más importancia en la vida exterior que a la interior La Muerte: Bloquear sentimientos de tristeza Permanecer atascado en una situación Miedo de perder lo que ya es viejo Falta de voluntad para avanzar y superar viejos estados de cosas Incapacidad de dejar ir aquello que ya no es útil Vivir en el pasado Inercia Luto que se extiende como modo de evitar seguir adelante Pérdida de oportunidades por no querer cambiar Renegar de la experiencia de dolor emocional La Templanza: Tendencia a sentirse poderoso cuando las cosas van como uno quiere No permitir que las emociones fluyan, explotando en violencia o depresión Humor fluctuante Falta de cooperación Darle demasiado peso a una emoción Ser egocéntrico Ser impaciente Conflictos o peleas en las relaciones El Diablo: Estar encadenado al miedo, los pensamientos o sentimientos Falta de amor propio Estar encadenado a los bienes materiales Estar atado a conductas, ideas, relaciones, situaciones o sentimientos negativos Tener un problema con el poder: Ser controlador o ser controlado Permitir que nos conviertan en víctimas Ser demasiado serio La ambición se convierte en codicia o necesidad de poder Sexualidad reprimida La Torre: Tener falsas filosofías o viejas metas que no nos permitan aprovechar nuevas oportunidades Construir una fortaleza de falsa seguridad a nuestro alrededor Falta de perspectiva Evitar el cambio Mostrar una imagen falsa de nosotros mismos a los demás Buscar la permanencia de aquellas cosas que sí o sí cambian y se transforman Sentirse derrotado cuando las circunstancias cambian, no saber aprovechar ese cambio Liberar sentimientos negativos de manera destructiva La Estrella: Negar la realidad de un problema o situación No reconocer los talentos propios Desesperación Pérdida de la esperanza Baja autoestima Perderse en las esperanzas y los deseos No encontrarle importancia a la vida Falta de confianza en uno mismo La Luna: Dudas o confusión acerca de los sentimientos Dudar entre las experiencias espirituales y la locura El inconsciente en su aspecto incontrolable Locura Cambios repentinos en los sentimientos que generan incomodidad Indecisión y pasividad Incapacidad de reconocer la sensibilidad y la imaginación Resistencia a reconocer la Sombra Depresión, cambios de humor Ser vulnerables a los consejos de los otros, a pesar de que pueden no favorecernos El Sol: Sentirse exhausto, creer que uno sobrevive en lugar de vivir Sentirse abrumado por las responsabilidades Falta de creatividad No escuchar al niño interior No saber experimentar las dichas de la vida Rechazar la idea de que estamos conectados al universo y a todas las personas en él Estár pegado a los pequeños sufrimientos de la vida Mantener secretos que eventualmente nos hacen sufrir Sobrepasar a la gente con nuestra energía y personalidad Ver al Mundo como algo que debemos superar El Juicio: Ser demasiado críticos con nosotros mismos Concentrarse en aquello que se pierde en cada situación No poder ser compasivo o perdonar a los demás y a uno mismo Buscar venganza o retribución divina para aquellos que nos han dañado Estancarse en el odio Incapacidad de ver nuestros errores o defectos Incapacidad de perdonar El Mundo: La vida es lo que sucede mientras estamos demasiado ocupados haciendo planes Perderse la alegría del momento Buscar la felicidad en el exterior en lugar de en nosotros mismos Perseguir metas imposibles Olvidar el esfuerzo que nos tomó llegar hasta este lugar Reprimir recuerdos dolorosos Buscar una perfección que no es alcanzable Incapacidad de reconocer todos los aspectos de la propia personalidad Estancamiento emocional Dormirse en los laureles No hacerse cargo de las decisiones tomadas |
Francisco BenagesTarotCoach Archivos
Noviembre 2019
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