El objetivo de una sesión de Tarot Terapéutico es sintonizar a la persona que consulta con su esencia y ayudarle a resolver patrones de conducta y bloqueos, identificando su origen y proponiendo vías de solución; aunque como en todo método o herramienta terapéutica, es la persona quien decide cuándo y cómo quiere curarse. El Tarot Terapéutico nos invita a tomar conciencia de todo aquello que supone un freno a nuestra evolución, nos abre los ojos y nos ofrece herramientas para poder quitar de nuestro camino las piedras que nosotros mismos hemos ido poniendo. Sobre todo nos coloca en una posición de responsabilidad ante y con nosotros mismos, por eso el proceso de interpretación está más cerca de las posibilidades de intercambio de ideas que sobre la aplicación de significados.
El Tarot utilizado de forma terapéutica se convierte en una lente maravillosa a través de la cual podemos ver lo que ES. Cuando reconocemos lo que es, podemos ver las opciones con mayor claridad sabiendo que podemos elegir cualquiera de ellas. Eso es liberador; no somos víctimas más que en nuestros pensamientos acerca de lo que nuestras experiencias pasadas o presentes han sido. Cuando la persona que consulta se encuentra bien dispuesta y es capaz de articular y relacionar lo que ve en las cartas con sus experiencias, es posible explorar los mecanismos de cómo llegó a la situación por la que consulta, cómo puede consolidar su proceso y cómo puede desarrollar su nueva vida. En cierto modo lo que el consultante experimenta a través de la lectura del Tarot no resulta tan extraño dado que, después de todo, ya ha pensado en ello muchas veces antes de decidirse a efectuar la consulta; aunque seguramente le faltó valor para cambiar de conducta o no podía ver claramente lo que podía hacer para que funcionara su nueva realidad. Puede que durante la lectura se comente algo que active nuevas posibilidades, aunque esas posibilidades ya estuvieran latentes, esperando a emerger a la superficie de la conciencia. Puede ser, incluso, que la consultante vea con extrañeza el desarrollo de la sesión; pero esa misma extrañeza permite que afloren nuevas posibilidades. Generalmente, además, los consultantes no suelen explayarse al principio en sus comentarios sobre la situación así que del tarólogo depende poder articular y dar sentido a lo que está sucediendo en su vida. Mary K. Greer, autora entre otros libros de Complete Book of Tarot Reversals, afirma que el viejo estilo de lecturas del Tarot es pasivo y está condenado al fracaso. Cuando se encuentra con un cliente que solo espera que el Tarot le dicte lo que debe hacer, si ella no consigue convencerle de la inutilidad de ese enfoque, entonces da por acabada la lectura. En cierto sentido lo que hace el Tarot Terapéutico es encontrar un camino para validar y hacer consciente lo que el consultante ya sabe. Por eso mismo un tarólogo debe trabajar para producir una transformación dentro de sí mismo para, posteriormente, ayudar a sus consultantes. En una lectura de Tarot Terapéutico la consultante tiene la oportunidad de elevarse por encima de la situación, de ver la vida desde una nueva perspectiva. El desarrollo de una sesión representa un impasse en el tiempo que refleja la relación del consultante con la vida en ese momento. Tras la consulta la vida se reinicia, tal vez en una nueva dirección, una nueva determinación o nuevas metas por alcanzar. (del libro Convertirse en Uno Mismo)
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Francisco BenagesTarotCoach Archivos
Noviembre 2019
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