
Conéctate con el significado de lo que estás viviendo, y en caso que lo necesites busca un guía, un maestro. No te muestres dogmático ni excesivamente racional. Crea una atmósfera propicia para levantar el espíritu hacia realidades espirituales. Trabaja en equipo. Indaga si actúas de forma demasiado tradicionalista. No seas extravagante. Enseña pero sin manipular. Adáptate a las circunstancias. Aprende de tus errores y evalúa las lecciones que te ofrecen. Cometer errores es mejor que no hacer nada. No adoptes principios sin analizarlos primero. No seas intolerante con aquellos cuyas creencias difieren de las tuyas. No te quedes atascado en la retórica de un grupo. No sigas las reglas ciegamente, sin considerar las consecuencias. Aléjate de la Fe ciega y el dogmatismo. Nunca actúes en contra de tus principios para obtener aceptación.