
La verdadera fuerza, el verdadero poder emanan de un corazón generoso y lleno de amor. Ten fe en ti mismo y persigue tus ideales con optimismo y determinación. Conviértete en una persona justa y generosa. Haz una donación importante o defiende a quien creas que lo merece. No permanezcas indiferente cuando seas testigo de una injusticia o de un acto cruel. Ordena tus cosas. No aceptes una derrota ni te encierres en una actitud negativa. Pon en marcha tu voluntad inquebrantable y resplandece con tu energía inagotable para que se perciba en el entorno. En tu mente y en tu espíritu eres más poderoso de lo que crees. Cree en tus habilidades para sobreponerte a los obstáculos con fuerza de voluntad y determinación. Sé positivo. El valor de la fuerza moral es mayor que el poder de la fuerza física. La diplomacia puede abrir caminos que no abren las espadas. La pureza de intenciones llega más lejos que el puro afán depredador. Perdona las imperfecciones.