La Terapia de Tarot Integrativa se centra en la persona y pone su foco de actuación en el valor inherente de cada individuo. Es un método psicoterapéutico que auspicia la integración de los aspectos mentales, emocionales, energéticos y espirituales, aportando autoconocimiento y dotando a la persona de las herramientas necesarias para su evolución.
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Este proceso consiste en integrar la personalidad: asimilar aspectos repudiados no conscientes o no resueltos de uno mismo y hacerlos parte de una personalidad cohesionada, reduciendo el uso de mecanismos de defensa que inhiben la espontaneidad y limitan la flexibilidad en la resolución de problemas, en el mantenimiento de la salud, y en las relaciones con las personas, con el fin de reincorporarse al mundo con plena capacidad de contacto. Es el proceso de crear la totalidad. A través de la integración, se hace posible para las personas afrontar cada momento abiertamente y de forma espontánea sin la protección de una opinión, postura, actitud, o expectativa formadas de antemano.
La Terapia de Tarot Integrativa hace referencia también al hecho de comprender e integrar los aspectos mentales, emocionales, creativos y materiales de la persona. Estos conceptos se utilizan dentro de una perspectiva evolutiva del ser humano en la que cada fase vital presenta tareas propias del desarrollo, necesidades, sensibilidades, crisis y oportunidades para un nuevo aprendizaje.
El objetivo de una psicoterapia basada en el Tarot es facilitar la plenitud de la persona, que la “calidad del ser” y su funcionamiento en las áreas psíquica, interpersonal y social se potencie al máximo con la debida consideración hacia los propios límites personales y las restricciones externas de cada individuo. |
La Terapia de Tarot Integrativa nos permite adaptar las sesiones a las necesidades particulares de cada consultante, así como los objetivos específicos que se quieren alcanzar desde la solución de conflictos hasta el desarrollo de potencialidades y habilidades de respuesta ante los acontecimientos de la vida tanto en el terreno personal y familiar como en el social y profesional. En este contexto, se consideran modelos múltiples de intervención proporcionando las condiciones adecuadas para estimular el cambio.
El “centro” de la Terapia es el consultante y sus metas específicas. |
Para hacernos “accesibles” a la transformación, trabajamos con los Arcanos del Tarot desde diversas perspectivas: Tipo de Personalidad a través de los arcanos y el Eneagrama, la Matriz Elemental, el Transgeneracional y aquellos tipos de Lecturas que profundicen en la psique del consultante.
Tras analizar y valorar, por parte del terapeuta y del consultante, qué aspectos y bloqueos desea trabajar, pasamos a desarrollar la segunda parte de la Terapia, que consiste en aplicar diversos métodos, desde el desbloqueo corporal, al empleo de técnicas de EMDR, EFT y Focusing. Ello permite acceder a otro nivel en el que:
- Se entra en contacto con el cuerpo y por tanto con nuestras necesidades reales.
- Se adquiere más capacidad de vivir el presente.
- Se tiene menos conflicto interno.
- Se tiene una mejor relación con los otros desde un lugar más cercano, más humano.
- Se experimenta una sensación de “vuelta a casa”, al volver a estar en contacto con el corazón, con uno mismo, con el entorno y con la vida.
Tras analizar y valorar, por parte del terapeuta y del consultante, qué aspectos y bloqueos desea trabajar, pasamos a desarrollar la segunda parte de la Terapia, que consiste en aplicar diversos métodos, desde el desbloqueo corporal, al empleo de técnicas de EMDR, EFT y Focusing. Ello permite acceder a otro nivel en el que:
- Se entra en contacto con el cuerpo y por tanto con nuestras necesidades reales.
- Se adquiere más capacidad de vivir el presente.
- Se tiene menos conflicto interno.
- Se tiene una mejor relación con los otros desde un lugar más cercano, más humano.
- Se experimenta una sensación de “vuelta a casa”, al volver a estar en contacto con el corazón, con uno mismo, con el entorno y con la vida.
Como en toda terapia, se necesita un tiempo para que el efecto transformador se exteriorice, y siempre se encontrará a expensas de lo que el consultante realice en este proceso de maduración y evolución. Se estima un mínimo de 3 sesiones ( una al mes) para poder iniciar la recuperación siempre que, repito, el consultante se haga responsable de su curación.
Las sesiones pueden hacerse presencialmente o a través de Skype, es imprescindible mantener un contacto, al menos, visual y el consultante adquiere el compromiso de asistir a las primeras 3 sesiones, quedando a su libre albedrío en continuar con la terapia el tiempo que crea necesario y conveniente. |